Sin miedo!

El mes pasado perdí a mi abuelo; me enteré de que mi mejor amigo del secundario se había suicidado y para colmo nuestro vecino y amigo casi se muere

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David Perlow

Posteado en 04.04.21

El mes pasado perdí a mi abuelo; me enteré de que mi mejor amigo del secundario se había suicidado y para colmo nuestro vecino y amigo casi se muere de una enfermedad que tiene (Tamir Mijael Maaravi ben Oshra – por favor oren por él). Además están las cuentas que pagar, los bebés que lloran y el constante miedo al terrorismo. ¿Cómo se puede sobrevivir sin hitbodedut?

 

Hace algunos meses oí una clase sobre Rabi Natan de Breslev, que cuando tenía solamente cinco años, su padre le explicó el tema de la muerte. ¿Por qué? Porque el hombre que se sentaba al lado de él en la sinagoga acababa de fallecer. Con mucha sensibilidad, el padre le explicó que el alma del anciano se había salido del cuerpo y había ascendido al Cielo retornando a Hashem, que es donde provenía en un principio. Y el padre de Rabí Natan continuó: “Entonces ponen el cuerpo del muerto en la tierra”. El pequeño Natan ya a esa temprana edad se dio cuenta de la poca importancia de pasarse la vida yendo tras los placeres físicos, ya que al final el cuerpo iba a parar a la tierra. En ese momento él comprendió la importancia del estudio de la Torá y la plegaria, cuyos efectos son eternos. Esa conciencia lo llevó a transformarse en el principal discípulo de Rabi Najman.

 

Un querido alumno mío, Oren Atali, me contó la siguiente historia:

 

Una vez, el Jafetz Jaim recibió la visita de un millonario de Norteamérica. El hombre se quedó en total estado de shock al ver el departamento tan humilde en el que residía el sabio.

 

El millonario le dijo: “¿Cómo es posible que un gran sabio de la Torá como usted viva en un lugar tan humilde? ¡Usted debería vivir con todos los lujos!”. Y entonces el Jafetz Jaim le respondió: “¿Y qué me dice de usted? ¿Adónde está parando durante esta visita?”. El millonario respondió: “En una habitación en el hotel”. Y el Jafetz Jaim dijo: “Yo soy igual que usted. Yo también solamente estoy de visita (aquí en la Tierra).. y un día retornaré a mi Creador. Igual que usted, que necesita solamente una habitación simple durante su visita, yo necesito solamente lo más básico en mi estadía en este mundo… porque yo también solamente estoy de visita”.

 

A veces pasa que nos llenamos de ansiedad y miedo por lo que puede llegar a pasar. En esos momentos yo siempre me acuerdo de lo que dijo el Rav Brody una vez: que si tienes por ejemplo 21 años, y eres una persona normal, que come promedio tres veces al día, eso significa que Hashem ya te dio de comer 7.665 veces consecutivas. Lo más probable es que mañana también tengas qué comer… No tengas miedo!!

 

Pero además de eso, hay algo que no puedo evitar recomendarles a todos: hagan una hora de hitbodedut – plegaria personal, parte de su vida cotidiana. Den las gracias por las innumerables bendiciones que tienen en la vida (el cuerpo sano, el dinero, la comida, la pareja, los hijos, el guía espiritual o rabino….); pidan perdón por los errores cometidos; hablen de aquellas cosas que les preocupan; y pidan emuná y confianza en Hashem. Cuando uno habla de todas estas cosas con Hashem, entonces tiene una clara conciencia para poder seguir adelante con su vida y hacer un nuevo comienzo. Uno vive con más paz. Y lo que es más importante es que uno deja de tenerle miedo a la muerte. Yo mismo me di cuenta de esto hace unos días mientras me abotonaba la camisa. Estaba empezando un nuevo día y me estaba vistiendo. Entonces me di cuenta de que así como mi camisa vestía mi cuerpo, mi cuerpo estaba cubriendo mi alma. Y el alma es eterna; es una partícula de Hashem. El cuerpo no vive por siempre. Por primera vez, me sentí en paz con eso.

 

Porque en realidad, qué motivos tiene uno para temer si:

 

  1. Hace lo mejor que puede por vivir de acuerdo con la voluntad de Hashem
  2. Le dice a Hashem a diario que lamenta sus equivocaciones y se esfuerza por mejorar
  3. Difunde emuná!

 

Empecemos entonces

 

¡Dejen ya de sufrir sin motivos! Invirtiendo 60 minutos al día en forma ininterrumpida con Hashem, van a ver milagros! Van a tener muchos menos problemas; menos miedos y más confianza en Hashem. ¡Van a limpiar la tabla de nuevo cada día! Así que la próxima vez que tengan algún problema, van a poder verlo desde la perspectiva debida. No les van a echar la culpa a los demás, sino que van a preguntarle a Hashem: “¿Por qué estoy sufriendo? ¿Qué es lo que tengo que corregir?”.

 

Cuando da la impresión de que la vida se vuelve una locura, eso solamente significa que está pasando por una época de “corrección del alma”. Igual que tenemos que lavar la ropa sucia, el alma que se ha ensuciado necesita desafíos para poder purificarse y retornar a Hashem. No se den por vencidos. Solamente abran la boca y sigan el consejo que da el Rav Arush en sus libros: “Las Puertas de la Gratitud” y “En los Campos del Bosque”. Todos queremos tener una vida fácil pero nuestros problemas nos acercan muchísimo más a Hashem que cualquier otra cosa. Y eso también es causa de gran alegría!

 

 

 

 

 

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1. Sol

7/31/2018

Agradecimiento

Muchas gracias. Bendiciones.

2. Sol

7/31/2018

Muchas gracias. Bendiciones.

3. Myriam Viviescas

2/03/2016

Sin Miedo

Rab. muchas gracias por sus enseñamzas, cada dia voy practicando mas Hibodedut. Me ha permitido ganar mas confianza en mi misma y estoy formando parte de los milagros diarios. Que el Creador los bendiga a usted y al Rabino Arush

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