Celebrando el liderazgo

¿Ustedes viven en Israel? ¿Sí? ¿Y ya decidieron a quién van a votar?

Mi señora y yo fuimos una vez a visitar al Gran Rabino Mordejai Leifer, que es el Rebe de Pitsburg en la ciudad de Ashdod. A pesar de que era muy tarde de noche, la sala de espera estaba colmada de gente. Pero la gran mayoría no llevaban abrigos negros y sombreros. Había dos salas de espera por separado: una para hombres y otra para mujeres. Mi señora me dijo que en la sala de las mujeres había dos mujeres vestidas con jeans y tacos aguja. Yo me dirigí al taxista con gorra que estaba sentado al lado mío y le pregunté para qué iba a ver al Rebe. Me dijo que no va a verlo todo el tiempo, sino únicamente cuando tiene que tomar una decisión importante. Además me dijo que el Rebe muchas veces le dice cosas que suenan ilógicas, pero que siempre le hace caso, porque siempre que hace lo que el Rebe le dice, tiene éxito en todo.

Es obvio que la gente no iría en tropel a ver a este ni a otros tantos rabinos sabios si su consejo no fuera como una fortuna en el banco…

Curiosamente, y seguramente no “por casualidad”, Purim cae este año durante la campaña electoral en Israel. Si bien los israelíes afirman que eligen el lídery el partido que sienten que mejor representan sus intereses, todos sabemos perfectamente que no hay ningún político ni ningún partido político que tenga las respuestas a los desafíos existenciales aparentemente insuperables que enfrenta el Estado de Israel, y que no hacen más que agravarse día a día.

El secreto es que el éxito nacional judío desde el comienzo de nuestra historia y hasta el día de hoy fue cuando hubo una total cohesión entre nuestro liderazgo espiritual y nuestro liderazgo político.

En la antigua Persia, los judíos también se enfrentaron a una amenaza existencial. Hamán logró convencer a Ajashverosh para que firmara el decreto que sancionaba la aniquilación del Pueblo Judío, Dios no lo permita… Gracias a la política arriesgada de Esther y de Mordejai, junto a la Intervención Divina, que se escondía tras el telón, se dio todo vuelta y el Pueblo Judío acabó prevaleciendo sobre sus enemigos. Una total teshuvá judía nacional y el ejemplar liderazgo de Mordejai invocaron los milagros que llevaron a Purim y la extraordinaria salvación de nuestro pueblo.

Si damos unos pasos atrás en la historia, vemos que Mordejai no es quien se merece todo el crédito. Porque de no ser por el Rey David, jamás habría existido alguien como Mordejai. Permítanme explicarles:

Cuando el Rey David fue exiliado de Jerusalén, tras un levantamiento en su contra, Shimi ben Guera le arrojó piedras y al mismo tiempo lo maldijo terriblemente. Avishai, que era uno de los leales lugartenientes de David, le dijo así: “Su Majestad, hágase por favor a un lado para que yo pueda librarme de ese despreciable perro, Shimi…”. Pero el Rey David se negó a que mataran a Shimi y en lugar de eso le dijo que lo dejaran en paz, porque Hashem había sido quien le dijo a Shimi que pronunciara la maldición…

Cualquier espectador de la escena no habría podido creerlo. Shimi s merecía 39 latigazos por haber maldecido al Rey y además la pena de muerte por haberle arrojado piedras. La ley sancionó que había que ejecutar a Shimi ahí mismo. Sin embargo, David, con su daat Torá, su juicio basado en la Torá, dejó de lado por el momento la ley seca, y ordenó la suspensión de la ejecución.

El acto de paciencia y de emuná del Rey David fue la simiente de la salvación para el pueblo judío. ¿Quieren saber por qué? Shimi por esa época todavía era soltero. Tras el episodio con el Rey David, se casó. El Rey David, con su espíritu de santidad, vio que iba a descender un alma muy especial de Shimi. Y por el bien del pueblo judío, se tragó el insulto y la humillación, a pesar de que tenía todo el derecho legal para reaccionar.

La Meguilá de Esther hace mención del linaje de Mordejai: “Mordejai, hijo de Iair, hijo de Shimi, hijo de Kish, hombre de Iemín”. Mordejai era descendiente de Shimi ben Guera. Y si el Rey David hubiera matado a Simi, entonces no habría nacido Mordejai.

La caída de Hamán y la salvación del pueblo judío son por lo tanto resultado directo del espíritu profético del Rey David, que previó los acontecimientos que tendrían lugar cinco siglos más tarde.

¿De dónde obtienen semejante visión espiritual de tan largo alcance todos nuestros líderes espirituales? “Y Yo lo he llenado de un espíritu Divino, con sabiduría, entendimiento y conocimiento”. La Torá nos dice que eso proviene de Hashem, Quien les confiere a los dignos poderes de juicio y visión espiritual muy superiores a los normales.

Entonces, teniendo en cuenta lo antedicho, ¿por quién vamos a votar en las próximas elecciones? Sin referirnos a ningún partido político en forma específica, podemos decir que cada uno de nosotros deberá votar por el grupo que actúe con mayor fidelidad de acuerdo con la Daat Torá, la sabiduría de nuestros líderes espirituales. Feliz Purim!