La Tribu Perdida

Seguramente todos ustedes habrán oído hablar de las diez tribus perdidas, que serán redescubiertas cuando llegue el Mashíaj. Sin embargo, en mi opinión las tribus perdidas no son solamente diez, sino doce.

Permítanme explicarles: el pueblo judío ha sufrido un tremendo golpe a su nivel espiritual con el fallecimiento del Gadol HaDor, el líder espiritual de nuestra generación, Marán HaRav Ovadia Yosef zatzal, quien poseía una brillantez escolástica y un entendimiento de la Torá que no tiene paralelos. Además, el Rav Ovadia era famoso por su sincero amor e interés por cada persona. Muchos otros Tzadikim lo han llamado “el Moisés de nuestra generación”.

El fallecimiento del Rav Ovadia me dejó pensando: ¿por qué HaShem decidió llevárselo precisamente en este momento, en que el mundo está al borde del caos? ¿Acaso no nos habría sido mucho más fácil si el Rav Ovadia se hubiera quedado con nosotros?
 

Pensando y pensando, llegué a la conclusión de que HaShem usó el fallecimiento del Rav Ovadia como un esfuerzo desesperado por sacudirnos del coma espiritual en el que estamos sumidos. ¿Qué mejor forma de despertarnos que quitándonos a nuestro más grande líder?

Pero ese no es el problema principal. Lo peor de todo es que muchos judíos ni siquiera conocen al Rav Ovadia ni a otros Tzadikim, para el caso. Yo misma fui en una época una de esas personas a las que me refiero. Muchos judíos están tan pero tan alejados del judaísmo que no tienen casi noción de lo que significa. No saben que HaShem es el Creador y Soberano de todo lo que existe. Para ellos, el estilo de vida de la Torá y la sabiduría de la Torá están todos muy bien, pero anticuado y fuera de moda.

Incluso los judíos así llamados “religiosos” no están exentos del status de “tribu perdida”. Muchas de las colectividades religiosas viven un estilo de vida no judío, yendo tras el Sueño Americano de una casa espectacular, varios autos último modelo, pelucas custom, lujos y más lujos. ¡Ah! ¡Por supuesto que observan el Shabat y las reglas de kashrut… la pregunta es qué sienten en el corazón…

Es muy triste realmente, pero en este mundo de ilusiones hemos perdido completamente la dirección, el sentido de propósito. La Torá afirma muy claramente que nuestro objetivo en la vida es servir a HaShem a través de estudio de la Torá, el cumplimiento de las mitzvot y una vida espiritual. Esa es la forma de alcanzar una conexión increíblemente elevada con Él estando aún dentro del cuerpo físico.

¿Cuántos de nosotros vivimos verdaderamente con esta intención en la mente? ¿Cuántos piensan que esto es ilusorio e irrealista? ¿Cuántos directamente no piensan en esto?

Yo siento que HaShem literalmente nos está gritando en voz alta: “¡Hijos míos! ¡Acabo de quitarles a su líder! ¿Por qué no Me buscan? ¡Vuelvan a Mí! ¿Por qué no viven de la forma que les enseñé?”.

Llegó la hora de quitarnos los vendajes de los ojos y ver la realidad tal cual es, sin dejarnos engañar por las falsedades de este mundo. Y llegó la hora de que nos preguntemos a nosotros mismos: “¿Para qué vivo? ¿Acaso estoy llevando a cabo mi propósito espiritual en este mundo? ¿Tengo idea de quién soy en realidad?”. Al abrir los ojos a la realidad que HaShem creó para nosotros vamos a poder encontrarnos a nosotros mismos y reclamar nuestra verdadera identidad – porque nosotros somos las mismas almas que estuvieron en el Monte Sinaí, y que aceptaron vivir como una Nación Santa, no una nación perdida.