Aliá – ¿Por qué es tan difícil?

Comparemos la Tierra de Israel con alguien que se gana la Liga de Campeones: la razón por la que cada jugador recibe más de un millón de dólares es porque el oponente es el más fuerte que existe.

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 17.03.21

Rebe Menajem Mendel de Vitebsk se fue de su Rusia natal y llegó a transformarse en uno de los primeros discípulos del Baal Shem Tov que hizo aliá (ascendió) a la Tierra de Israel. Rebe Mendele era un erudito muy santo que tenía espíritu profético. La tradición jasídica nos cuenta que cuando llegó al puerto de Haifa tras un arduo y prolongado viaje en barco, Rebe Mendele vio al samej-mem (al Satán)  parado en el muelle con un gesto de desagrado…

 

“Shalom Aleijem, Rebe Mendele”, le dijo el Satán, con gesto burlón. Él sabía perfectamente las tremendas dificultades que le estaban deparadas a Rebe Mendele y a todos los otros tzadikim, los discípulos del Baal Shem Tov y del Gaón de Vilna, que harían aliá posteriormente, en los siglos XVIII y XIX, fortaleciendo así el renovado asentamiento judío en la Tierra de Israel, y en especial en las ciudades de Tzfat (Safed), Tiberíades, Jerusalem y Hebrón.

 

Rebe Mendele respondió al saludo con una pregunta: “¿Qué estás haciendo acá? Pensé que te había dejado en el puerto de Odessa”.

 

Y el Satán le respondió: “No, no entiendes. Allá en Rusia, yo era huésped. Aquí en la Tierra Santa, yo soy el baal ha-bait, el dueño de casa!”.

 

 

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Por lo general, la gente que escucha esta anécdota no entiende cómo es posible que el Satán afirme ser el dueño de la Tierra Santa, cuando la Torá afirma en forma explícita que la Providencia Divina de Hashem, Sus ojos, están siempre sobre la Tierra Santa. La respuesta es muy simple: las rosas más exquisitas siempre vienen rodeadas de espinas. La mala inclinación es la gran espina que uno necesariamente tiene que superar a fin de acercarse a la rosa, que es la santidad y la dimensión interna de la Tierra de Israel.

 

Comparemos la Tierra de Israel con alguien que se gana la Liga de Campeones: la razón por la que cada jugador recibe más de un millón de dólares es porque el oponente es el más fuerte que existe.

 

De la misma manera, dado que las recompensas en ambos mundos por el hecho de asentarse en la Tierra de Israel es tan inmensa, la contra, o la oposición, también es inmensa. Es por eso que la aliá es tan pero tan difícil de concretar. Y el Talmud lo afirma en forma explícita: hay tres cosas que se obtienen con gran dificultad – la Torá, el Mundo Venidero, y la Tierra de Israel.

 

En su clásica obra, el Likutey Halajot, que es el comentario del Shulján Aruj de Rabi Natan basado en las enseñanzas de Rebe Najman de Breslev, Rebe Natan describe las dificultades de la Aliá como si estuiera escribiendo en el siglo XXI, en vez de en el siglo XIX. He aquí algunos de los puntos principales de Rabí Natan:

 

  1. La Sitra Ajara (el Lado Oscuro, que se refiere al Satán) sabe que cuando el Pueblo Judío retorna para asentarse nuevamente en la Tierra de Israel, logra levantar todas las chispas de santidad que habían caído, y rectificar el mundo, anulando todo el mal. Por lo tanto, el Lado Oscuro se estremece y se despierta cada vez que un judío retorna a la Tierra de Israel, haciéndole la vida más difícil y más llena de pruebas y desafíos. Si el judío o los judíos no se aferran con todas sus fuerzas a la Torá y  la santidad, entonces son exiliados. Esa es la raíz espiritual de la primera y la segunda destrucción del Templo Sagrado y el posterior exilio, así como también la raíz de la aliá que no tiene éxito en nuestros días.
  2. La aliá, para que tenga éxito, exige una total dedicación. Toda falta de confianza en Hashem, como en el caso del pecado de los espías, conduce a dificultades y hasta un total fracaso.
  3. Todos los comienzos son difíciles. La gente tiene que comprender que la Tierra de Israel no puede ser percibida como ninguna otra tierra, a causa de sus atributos espirituales, que son especialmente propicios para el estudio de la emuná, la teshuvá-arrepentimiento y los milagros. En la Tierra de Israel, las cosas no funcionan de acuerdo con las leyes naturales, como en el resto del mundo.
  4.  La Tierra de Israel es el palacio del Rey; la conducta que en otros sitios sería aceptable no es aceptable de ningún modo en el palacio del Rey. Uno tiene que cuidarse mucho de mantener el debido recato y la santidad personal en la Tierra de Israel, pues la negligencia puede llegar a causar el exilio.
  5. Cuanto más se una el pueblo judío en santidad en la Tierra de Israel, más control tendrán del territorio, y con mayor facilidad superarán a sus enemigos, tanto físicos como espirituales.

 

Hay un punto muy importante a tener en cuenta a la hora de hacer aliá: todo el que esté buscando un estilo de vida con todo el confort occidental está destinado al fracaso. La única forma de tener éxito a largo plazo cuando uno inmigra a Israel es dedicándose de lleno a Hashem y buscando su propia dimensión interior, con el solo deseo de vivir una vida de Torá, emuná y teshuvá. No existe otra forma. Teniendo esto en mente, seamos fuertes y valientes. Una vez que logremos la conquista espiritual de nuestra amada Tierra, nuestros enemigos físicos caerán a nuestros pies. Ojalá sea muy pronto. Amén!

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