Pura Fantasía

¿Cuántas veces hemos visto presidentes, primeros ministros, jueces, comandantes, hombres de estado y diplomáticos tirar a la basura la carrera de toda una vida?

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 05.04.21

La Gueulá, la Total Redención de nuestro pueblo, depende de dos cosas: la Emuná y la santidad personal. La Emuná es el precepto abarcador que contiene dentro de sí todos los otros preceptos. El pgam habrit, o sea, el daño al pacto, la falta de personal santidad que consta de derramar la propia simiente fuera del contexto de realizar los preceptos de procreación y/o relaciones matrimoniales, es el pecado abarcador que contiene dentro de sí todos los otros pecados.

Dijo el Rey David en el Salmo 34: “Apártate del mal y haz el bien”. Cuidar la santidad personal es apartarse del mal y estudiar Emuná es hacer el bien.

Con Emuná, uno no sólo puede superar y destruir a la Mala Inclinación sino que también puede alcanzar el nivel de profecía. La persona que tiene una Emuná bien establecida sabe que todo en la vida proviene de HaShem y que todo es para bien. Está feliz con lo que le tocó en la vida y si es casado, no tiene deseos de mirar a ninguna otra mujer en el mundo. Él sabe que HaShem le dio a la mujer que es perfecta para él y está satisfecho con ella. Vemos entonces que la Emuná lo protege tanto del pecado como de la locura.

La persona que no cuida los ojos no puede de ninguna manera estar satisfecha con lo que le tocó en la vida y codicia todo lo que ve. Todo el tiempo quiere todo lo que ve, incluso la mujer del vecino. Y al  hacerlo, está transgrediendo los Diez Mandamientos.

Es por eso que aquel que tiene Emuná es completamente bueno. Está satisfecho con lo que tiene y no desea aquello que no tiene. Nunca se enoja, pues sabe que los demás no pueden ni dañarlo ni ayudarlo, puesto que todo proviene de HaShem. No compite con nadie y no envidia a nadie.

El Rey David dice en el Salmo 89: “Mi pacto será fiel”. En hebreo, esto es un juego de palabras, que también puede traducirse como “mi santidad personal es Emuná”. El Rey David, el Rey de Israel, el santo ungido deHaShem y padre de la dinastía mesiánica, nos está enseñando que la Emuná es el dulce fruto de la santidad personal.

Y viceversa: no hay nada que destruya la Emuná como la ruptura de la santidad personal. Rabi Najman de Breslev enseña que el recato de las mujeres y la santidad personal de los hombres acelerarán la llegada del Mashíaj. Nuestros Sabios en la Guemará (Sotá 11b) dicen que la redención del cautiverio en Egipto fue en virtud de mujeres virtuosas. Y es por eso que les instamos a todas las mujeres a que se vistan y se comporten con recato, pues esto acelerará la redención que hace ya más de dos mil años que estamos esperando…

La santidad personal comienza por los ojos. Nuestra principal prueba en la vida es resistir la tentación sexual, y esta comienza por los ojos. Es por eso que tenemos que cuidarnos de lo que miramos. Si uno termina su “tour” por este mundo sin haber cuidado los ojos, el Tribunal Celestial lo castigará por haber descuidado su principal misión en la vida. y es por eso que tenemos que rezar constantemente para que HaShem nos ayude a cuidar los ojos.

Todo el tema de la belleza femenina y la lascivia es pura fantasía, pero la Mala Inclinación hace todo lo posible por tratar de hacer caer a los hombres en esta trampa mortal. Hasta el placer del acto sexual es pura fantasía. Es tanta la gente que tiene esto en la mente día y noche que literalmente se vuelve loca. ¿Cuántas veces hemos visto presidentes, primeros ministros, jueces, comandantes del ejército, hombres de estado y diplomáticos que tiran a la basura la carrera de toda una vida a causa de un acto imprudente producto de una pura fantasía? ¿Acaso eso no es pura locura? ¿Acaso tú arrojarías años enteros de trabajo y esfuerzo por unos cuantos segundos de fantasía y placer? Nada podría ser más ridículo…

Uno puede ganar 600.000 letras si estudia Torá doce horas y media sin parar. Esto es comparable a estudiar toda la Torá escrita. Pero si después uno va por la calle y mira a una mujer, pierde toda la santidad que tanto se esforzó por ganar. Su estudio de la Torá pasa a ser un regalo para el Otro Lado. Por eso, debemos asegurarnos que los rezos para poder cuidar los ojos sean prioridad número uno. No arrojes la vida a la basura por una simple fantasía…
 

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