Cansancio crónico

Las tareas domésticas, los cursos, los estudios, el trabajo, la familia… queremos hacer mucho más cada día y y no llegamos...

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Tali Mandel

Posteado en 16.03.21

Las tareas domésticas, los cursos, los estudios, el trabajo, la familia… queremos hacer mucho más cada día y ocupar cada minuto de nuestro tiempo y no llegamos a todo lo que desearíamos. ¡Que se detenga el tiempo!

 

Si tuviéramos un espacio en el que el tiempo no corriera esa loca carrera, en el que todo se detuviera y pudiésemos hacer lo que realmente nos gusta con detenimiento sería un paraíso. Bueno, este paraíso lo disfrutamos cada semana y se llama Shabat.

 

A lo largo de la semana siento cómo voy acumulando estrés, en forma de insomnio o dolor de cabeza o contracturas musculares. Y cuando ya creo que no voy a poder soportar ni un minuto más tantas carreras de repente viene Shabat. Por supuesto, el último empujón antes de que llegue la Reina es duro. Hay que terminar de preparar la comida, limpiar la casa, recoger todo para que quede impecable y sacar la mantelería y los cubiertos de Shabat. Y cuando, por fin, hace su aparición estelar nos llena con su calma y su tranquilidad.

 

La verdad es que no sé qué haría sin estas horas de relax, de contemplación, de estudio de Torá. Cuando no conocía lo que era Shabat vivía en un continuo estrés, corriendo de un lado para otro y el fin de semana iba a un centro comercial para “desestresarme” viendo miles de tiendas de ropa o accesorios, intentando pasear por pasillos abarrotados de gente que dan codazos para entrar en las tiendas donde hay ofertas y sufriendo en mis ojos el destello de las luces alógenas de los centros comerciales que invitan con sus brillantes carteles a consumir más para “ser feliz” porque, ¿qué otro modo hay de ser feliz si no es teniendo lo que anuncian en la TV? Y luego durante la semana había que trabajar más duro para comprar todo aquello que deseaba, o que yo pensaba que deseaba según la moda de la temporada.

 

No me considero ni ahora ni en esa época extremadamente consumista, aunque ahora veo la gran diferencia que hay entre dedicar tu día de descanso a DESCANSAR y comer con la familia y los amigos en un ambiente relajado y dedicarlo a corretear por ahí en busca de ofertas para luego comer una hamburguesa o una pizza cuando ya el agotamiento no permite continuar.

 

Desde luego mi calidad de vida ha mejorado mucho desde que Hashem me dio a conocer el judaísmo y decidí mantener una existencia basada en la emuná. Aun así, todavía hay cosas que se pueden mejorar. Dejar que los problemas no afecten nuestro estado de ánimo y mantener constantemente una actitud de emuná absoluta sabiendo que todo es para bien definitivamente ayuda muchísimo a seguir adelante con todas las responsabilidades.

 

Pero también hay que tener en cuenta que debemos conocernos a nosotros mismos. Saber dónde están nuestras limitaciones puede convertirse en una auténtica tabla de salvación. No hay que exigirse más allá de nuestras posibilidades ya que cuando no logramos alcanzar esos objetivos prácticamente imposibles podemos llegar a sentirnos defraudados con nosotros mismos. Por tanto, es mejor fijarse metas alcanzables, hacer actividades saludables que nos hagan sentir bien. Dedicar un tiempo a cocinar por placer, correr, pasear, leer o lo que a cada uno le guste es tan saludable que los efectos se notan al instante.

 

Descansar suficiente y mantener una dieta equilibrada es fundamental, pero si quieren ir poco a poco empiecen por reservar un tiempo para relajarse y todo irá mejor. Personalmente, encuentro muy satisfactoria la hora de hitbodedut ya que en ese tiempo estoy segura de que puedo decir lo que siento con el corazón abierto. Nadie me está juzgando ni está sopesando si lo que digo es correcto o no. Es una cita privada con Hashem, me siento realmente libre de decir lo que pienso y siento y de pedirLe lo que deseo y agradecerLe por todo lo que tengo. Es simplemente maravilloso.

 

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com

 

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