Contracciones

Las mujeres de mi barrio están teniendo bebés como si fuera el último grito de la moda. No hay flacas por acá

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Rajeli Reckles

Posteado en 04.04.21

Las mujeres de mi barrio están teniendo bebés como si fuera el último grito de la moda. No hay flacas por acá… dondequiera que vaya, me choco con una panza de nueve meses y no estoy hablando de mi marido…

 

La verdad es que me a mí me encanta abrazar y besar a los bebitos recién nacidos y me encanta todavía más devolvérselos a sus madres privadas de sueño. Mi pequeño noviecito acaba de cumplir dos añitos y por fin puedo afirmar que empecé a dormir de noche! Ojalá solamente que me fuera a dormir cuando tengo la oportunidad. Como ahora por ejemplo. Ahora mismo debería estar durmiendo la siesta. Solamente de pensarlo me da cansancio. Tal vez debería continuar este artículo mañana…

 

O tal vez no.

 

Así que todas estas mamás embarazadas me hacen acordar de mi primer parto. Fue algo horrible. Traumático. Terriblemente doloroso. Agonizante. Atroz. Insoportable. Dios mío, me encanta el sitio Thesaurus.com! Y lo peor de todo fue la partera de 130 kg que sintió el sagrado deber de ayudarme a pujar a mi bebé de cinco kg presionándome la parte superior del estómago con todo el peso de su cuerpo. Ah, sí, mi marido también decidió poner su granito de arena usando su mano para ponerme el bozal en la boca. Al final acabó tapándome también la nariz pero a él, ¿qué le importaba? No era él el que se estaba quedando sin aire para que pudiera sacar a su bebé de tamaño de sandía por el canal uterino!! La verdad es que no sé qué era lo que estaba tratando de hacer. ¿Acaso lo hacía porque le preocupaba que yo pudiera morderme la lengua por error o acaso sus oídos ya le sangraban de los gritos psicóticos que yo estaba emitiendo?

 

Mis amigas abraza-árboles, “naturistas”, que dan a luz en casa, por supuesto, me habían aconsejado tener el parto en un centro de natalidad, donde no hay disponible epidural ni nada de eso. Qué – acaso el parto no es suficientemente doloroso, incluso con epidural?

 

Yo había asistido a un curso de parto con hipnosis pero por algún motivo, la hipnosis tuvo cero efecto en mí durante el parto. Tal vez haya sido porque no practiqué los ejercicios? No importa. Me acuerdo estar sentada en la pileta de nacimiento maldiciendo al tipo de la hipnosis mientras su grabación trataba de convencerme de lo “relajada” que estaba. También recuerdo haber arrancado de la pared una de las manijas de la pileta porque, como ustedes saben, yo estaba taaaaaan relajada…

 

En el parto me acompañó una amiga mía que fue la que me conservó la cordura. Ella me mantuvo todo el tiempo enfocada en sus ojos y respiraba conmigo a lo largo de cada contracción. Me hizo falta toda mi fuerza mental para mantenerme enfocada en esas respiraciones. Si trataba de resistirme a las contracciones, estas se volvían todavía más dolorosas y yo sufría más!

 

Cada tanto, ella me recordaba que toda esta pesadilla tenía un objetivo – que muy prontito iba a sostener en mis brazos. Pero como yo estaba tan concentrada en el dolor tan intenso que sentía y en lo mucho que odiaba a mi marido, ya ni sabía para qué sufría tanto.

 

¿No les suena familiar todo esto?

 

Cuando la vida nos manda contracciones, o épocas de contracciones espirituales, ¿cómo reaccionamos? ¿Acaso tratamos de luchar y resistir la situación dolorosa? ¿Nos preguntamos cómo vamos a poder sobrevivirla? ¿Nos damos cuenta de que existe un resultado positivo que hemos de experimentar algún día como consecuencia de haber pasado por esta situación? ¿O acaso pensamos que estamos sufriendo injustamente, porque sí, sin ningún propósito?

 

¿Saben para qué sirve la emuná? La emuná nos ayuda a respirar en medio de las contracciones de la vida! Si tenemos fe en que todo lo que nos manda Hashem es para nuestro propio bien, ciertamente nos va a resultar mucho más fácil mantener la calma y no ponernos histéricos y tener pensamientos asesinos acerca de nuestros maridos.

 

Con emuná, no nos resistimos a los momentos difíciles que Hashem nos hace pasar. Entendemos que esto también va a pasar. Sí. El desafío puede resultar bastante molesto y podemos incluso sentir que esto ya es el fin del mundo. Pero si nos mantenemos enfocados en el bien ulterior que Hashem nos promete, entonces esto puede disminuir significativamente el sufrimiento durante esos momentos difíciles.

 

Parecería que todo el mundo sufre por algo en estos días. En el parto, cuando las contracciones se vuelven más cercas y más frecuentes, significa que el bebé ya está por nacer. Eso es lo que está sucediendo ahora mismo en el mundo. Estamos pasando por todos estos desafíos tan difíciles debido a que ya queda muy poco tiempo antes del nacimiento de una nueva era: la Redención Final y el mundo perfeccionado con el que todos soñamos.

 

Así que hagamos todo lo que podamos por aguantar y respiremos bien profundo. Antes de que nos demos cuenta, estaremos cara a cara con nuestro justo Mashíaj y nuestro Sagrado Templo! Y entonces todo el sufrimiento nos parecerá como un sueño remoto, igual que las mamás que sufren de amnesia post parto!  

 

Pueden enviar sus preguntas, y en especial sobre temas como el noviazgo, el matrimonio, la educación de los hijos y el rol de la mujer. Escriban a racheli@breslev.co.il

 

 

 

 

 

 

 

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