Loquísima!

Pasó otro minuto más. Yo le dije a la señora: “Discúlpeme, pero podría por favor pagar y después seguir embolsando los productos?”.

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Rajeli Reckles

Posteado en 04.04.21

A veces me pregunto si Hashem no me pone en situaciones locas con gente loca solamente para que tenga material para escribir artículos….

 

Ayer llevé a mi “mini zoológico” conmigo a comprar comida después del colegio. Ellos siempre se quejan de que en casa no hay nada que hacer y que se aburren, así que decidí castigarme y entretenerlos llevándolos de paseo toda la tarde. Pero entre el bebé que lloraba porque quería salir del cochecito y los otros tres que corrían por todas partes, y yo con el carrito de compras lleno y, como si todo eso fuera poco, el más grande quejándose de que está TAN aburrido… fue súper divertido. Para cuando llegué a la caja ya era una hora más tarde y a mí ya me habían salido seis canas más…

 

Delante de mí había una señora llena de productos, pero del otro lado del cajero. Ella estaba parada poniendo los productos en bolsas lo más tranquila, como si estuviera de vacaciones. Yo me quedé esperando un minuto, mirándola y tratando de mantener a mis hijos dentro de mi campo visual. El bebé ya se estaba volviendo loco…

 

Pasó otro minuto más. Yo le dije a la señora: “Discúlpeme, pero podría por favor pagar y después seguir embolsando los productos?”.

 

La Mujer de la Bolsa me miró directo a los ojos y me dijo: “No”. YO casi me caí atrás del shock. “Mire. No hay lugar para que usted ponga sus productos”, me dijo.

 

“No se preocupe. Voy a poner todo en las bolsas enseguida, sin usar el mostrador”, le respondí.

 

“No”, dijo ella de nuevo. Me llevó casi un minuto recuperarme de este segundo shock.

 

“¡Tengo cinco hijos!”, yo ya me estaba volviendo loquita…

 

“Y yo tengo diez”, dijo ella, con una calma exasperante. Qué raro, porque no era religiosa. A mí me empezó a hervir la sangre y empecé a dispararle puñales con los ojos.

 

Le pedí al cajero que le dijera que pagara de una vez.

 

 

Él se quedó sentado en su silla como si fuera un pedazo de arcilla.

 

Yo ya me estaba volviendo loca pero entonces, de repente, oí el Eco Celestial diciéndome: “¡Eh, tú, la loca con los cinco hijos hiperactivos! ¿Acaso no eres alumna del Rav Arush?”.

 

Yo me di vuelta y miré atrás, a ver si me estaban hablando a mí. “¿Se refiere a mí?”.

 

“Sí, a ti. ¡Un poco de compostura, Doña Palabras!”.

 

Tenía razón. ¿Cómo pude gritarle a esa señora? ¿Dónde se había quedado toda mi emuná? ¡Ah, sí, ahora me acuerdo! La emuná es eso que nos recuerda que todo es para bien y que todo proviene de Hashem! ¡Justo ahora me acuerdo de esto, justo cuando empezaba a subirme por las paredes con esta mujer!!!

 

Para ser sincera, en ese momento no tuve emuná. Me hizo falta un esfuerzo gigante para no abrir la boca y “cantarle las cuarenta”, en especial cuando ella decidió pagar con tres cheques con fecha posterior, lo cual le llevó como diez minutos, durante los cuales ella se quedó allí parada sin hacer absolutamente nada.

 

Cuando la señora POR FIN se fue, yo empecé a calmarme y pensé que había fracasado en mi prueba. Humildemente admití mi fracaso y me reté a mí misma por haber reaccionado como una tonta…

 

Dice el Rav Arush que cuando se pone a prueba a la persona, se le quita toda su conciencia espiritual. Parecería un poco injusto. Pero si nos ponemos a pensar, en realidad tiene sentido, porque si todo fuera tan claro, no tendríamos libre albedrío. Es por eso que la emuná lo es todo en la vida.

 

Cuando por fin me senté a descansar y a relajarme un poco, ya eran las diez de la noche y estaba agotada. Recién entonces me di cuenta de que Hashem me había querido enviar un mensaje y yo ni siquiera me había dado cuenta. Por suerte, obtuve la respuesta a mi pregunta antes de que se me cerraran los ojos en el sofá…. Me di cuenta de que lo que más me molestó de esa Mujer de la Bolsa fue que actuó como si fuera la única que estaba esperando su turno. ¡Pura jutzpá!  Y entonces Hashem me lo reveló: “¿Cómo crees que Me siento cuando pones tus necesidades personales antes de Mí?”.

 

Traté de pensar a qué se estaba refiriendo. Entonces me di cuenta de que a la mañana estoy tan ocupada que no hago los rezos diarios cuando debería. Obviamente, eso es como decirle a Hashem que la ropa sucia y los platos en la pileta tienen más prioridad que hablar con Él….

 

Así que todo, absolutamente todo, lo que nos pasa en la vida es con un propósito, para que aprendamos. Ahora bien: solamente me gustaría saber por qué la mujer que casi ocupó dos lugares de estacionamiento en el supermercado esta mañana se negó a acomodar su auto cuando se lo pedí, y encima, me gritó como loca!! ¡¡Por favor que alguien me explique!!

 

 

 

 

 

 

Escribe tu opinión!

1. Amitz

3/20/2019

tal vez

Tal vez porque en el otro lugar, algo le pudo haber ocurrido a su carro!!

2. Amitz

3/20/2019

Tal vez porque en el otro lugar, algo le pudo haber ocurrido a su carro!!

3. Alba

3/19/2019

Que Hashem bendiga siempre a Los Rabinos x las enseñanzas

Que me ayudan cada día no saben cuantas veces me he evitado Problemas x recordar una charla ?????????????????????

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