Tú no puedes, ¡pero Hashem sí!

Había venido para consultarme qué tenía que hacer, ya que ni siquiera le alcanzaba el dinero para el alquiler…

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 25.07.21

Cierta vez yo había asistido a la janucat bait (inauguración de una casa nueva) de unos conocidos y estaba muy contento. A pesar de que me invitan a muchas inauguraciones, en este caso fue algo muy especial debido a que el señor que compró la casa, cuando había venido a verme por primera vez, había venido para consultarme qué tenía que hacer, ya que ni siquiera le alcanzaba el dinero para el alquiler…

 

Le aconsejé que hiciera una sesión de seis horas de hitbodedut y que Le diera las gracias a Hashem y que Le pidiera a Él que le permitiera comprar un departamento en Jerusalén. Ahora bien: no hay que olvidar que para encontrar un departamento en Jerusalén, incluso para quien cuenta con los medios, hacen falta muchos milagros, porque el problema es que no hay departamentos. Y mucho más si uno no tiene ni siquiera dinero para pagar el alquiler…. ¡qué milagros necesita esa persona para comprar algo así!

 

Pues bien: él hizo seis horas de hitbodedut y varios días después vino a verme y me dijo esto: “Rabino, nos desalojaron y por ahora estamos viviendo en un hotel”. Le dije: “Ve a hacer otras seis horas más de hitbodedut". Y él otra vez vino y me dijo: “Rabino, ahora estamos viviendo con mis suegros”. Le dije: “Hacen falta otras seis horas”. En total hizo cuatro sesiones de seis horas de hitbodedut… ¡y compró un departamento en Jerusalén! ¡Y lo pagó todo de una sola vez! Cómo hizo, qué hizo, no viene al caso. Lo que importa es que compró el departamento y antes no tenía ni siquiera para el alquiler…

 

Cada vez que decimos “hitbodedut”, nos referimos más que nada a dar las gracias y alabar al Creador por todas las bondades y las maravillas que hace con nosotros en lo colectivo y en lo personal. Por eso es tan importante que cada uno reserve un tiempo a diario para dar las gracias y no que dé las gracias solamente una vez cada tanto, sino todos los días. Porque dar las gracias todos los días es mucho más fácil por muchos motivos, a saber:

 

  1. Porque sin el agradecimiento diario, el materialismo se apodera de la persona y se le enturbian los ojos y ya no puede ver las bondades del Creador. En cambio, si uno da las gracias todos los días, uno realmente vive y respira la bondad del Creador.
  2. El que da las gracias solamente una vez cada tanto se está perdiendo todas las bondades que Hashem le hace a diario porque ¿cómo va a darle las gracias al Creador por todas las bondades que le hizo cada día? En cambio, cuando uno tiene su hora diaria de hitbodedut, uno puede fácilmente agradecer por cada cosa que el Creador le prodigó las últimas veinticuatro horas.
  3. Asimismo, la persona tiene que confesar sus faltas y no es suficiente con que solamente una vez cada tanto se confiese ante Hashem o rece para corregirlas, sino que debe hacerlo a diario. Y no olvidemos que el materialismo se apodera de la persona y en especial cuando el peso de las faltas le sella el corazón. Además, es mucho más fácil confesarse cada día, porque entonces uno solamente tiene que acordarse de lo que hizo ese mismo día, pero si se confiesa una vez cada tanto, entonces las deudas se van acumulando y uno ya se olvidó de la mayoría…

 

Es fundamental que cada persona dedique en forma asidua un tiempo para hacer hitbodedut y pedirle al Creador que le dé emuná.

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