Una cura para cada crisis

En ese momento, yo quise gritar. No hay nada que te haga pedazos más que la verdad. Tengo 44 años...

3 Tiempo de lectura

David Ben Horin

Posteado en 15.03.21

“David, no trates de hacer cosas para las que no estás hecho. Hay tantos logros que tendrás en tu vida y yo te respaldo cien por ciento en todos ellos. Pero obtener influencia solamente para decir que tienes influencia es una pérdida de tiempo, y en especial cuando este no es tu punto fuerte”.

 

En ese momento, yo quise gritar. No hay nada que te haga pedazos más que la verdad. Tengo 44 años y toda mi vida quise lo que queremos todos – llegar a la cima. Siempre tuve este impulso dentro de mí y sentía que si le daba todo, iba a llegar a pesar de todo.

 

Este impulso me hizo superar los momentos más difíciles. Pero tuve que admitir que ella tenía razón – este impulso me estaba llevando en la dirección equivocada. Lo que tanto ansiaba me estaba llevando a un espejismo.

 

A los 44 me encontraba en plena crisis de los cuarenta. El sueño de mi juventud se había evaporado.

 

Hola Prozac!

 

Al día siguiente, llevamos a nuestros hijos a la cima del Monte Hermón. Nosotros vivimos en Afula, en el Valle de Jezreel, que es un lugar muy caluroso la mayor parte del tiempo. Cuando salimos, el aire frío fue como una inyección de pura energía.  Paseamos durante casi una hora. Después fuimos a la antigua fortaleza de Gamle y pasamos por el manantial. Terminamos el paseo en un restaurante chino en Tiberíades y en la heladería.

 

Cuando volvimos a casa, no podemos dejar de reírnos. Todos nosotros nos sentíamos como niños de nueve años. Lo suficientemente grandes como apreciar todo pero lo suficientemente jóvenes como para ser indiferentes a las dificultades de la vida. Nos sentíamos bien, libres de todo problema. Nos sentíamos felices.

 

Entonces entendí.

 

Entendí que estoy contento con lo que me tocó en la vida. No necesito más. Solamente enfocarme en celebrar lo que tengo. Es más importante que todo lo que pueda llegar en un futuro. O no.

 

 

Es difícil querer más de algo a menos que te sientas insatisfecho con lo que ya tienes. Ya sea se trate del sustento, el estudio de la Torá. El riesgo es que si ya estás feliz con lo que tienes, tal vez no quieras avanzar más.

 

Pero si tienes que estar descontento con lo que tienes para querer algo mejor, entonces ¿cómo puedes avanzar sin ser un ingrato? ¿Es posible que la ingratitud sea kosher?

 

Si estamos felices con lo que tenemos y luchamos por crecer basándonos en lo que ya tenemos, entonces el deseo puede ser una extensión de gratitud. Eso es lo que lo santifica.

 

Pero no por eso es fácil.

 

Todavía me enojo de vez en cuando. Pero cada vez que me enojo me veo forzado a recordar las cosas por las cuales doy las gracias y dónde necesito crecer (ser un mejor padre, un marido cariñoso, un hijo agradecido de Dios en este mundo).

 

Lo que más cuesta son los medios sociales. Te da la impresión de que a todos les va mejor que a ti. Pero es solamente una prueba más.

 

Supongo que a veces lo mejor es dejar de correr con los ojos puestos en la línea de llegada. Hacer una pausa, sentarnos y mirar hacia adentro. Cuando veamos que no hay línea de llegada y que estamos exactamente donde Hashem quiere que estemos, ahí es donde va a empezar la verdadera gratitud y entonces podremos bendecirnos los unos a los otro con un amor capaz de redimirnos a todos.

 

Escribe tu opinión!

1. Patty de callejas

1/15/2019

Gratitud

Desde que escucho sus enseñanzas e aprendido a darle las gracias por todo a HaShem y mi vida a cambiado increíblemente soy muy feliz y tengo una paz interior como nunca.Agradezco cada día a HaShem por su vida y por la vida de Jonathan Galed.

2. Patty de callejas

1/15/2019

Desde que escucho sus enseñanzas e aprendido a darle las gracias por todo a HaShem y mi vida a cambiado increíblemente soy muy feliz y tengo una paz interior como nunca.Agradezco cada día a HaShem por su vida y por la vida de Jonathan Galed.

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario