La Lotería

Según las leyes morales, aunque esto tampoco corresponde completamente a su espíritu, la única forma de apuestas que podría ser considerada como permitida es...

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 06.04.21

Un hombre que adquiera más de un billete demuestra que no posee la fe que el Creador es el que determina quien ganará, y confía en los pronósticos, las probabilidades…
 
Billetes de lotería
 
Según las leyes morales, aunque esto tampoco corresponde completamente al espíritu de estas leyes, la única forma de apuestas que podría ser considerada como permitida es la lotería, pues la ganancia no es a cuenta de la pérdida de otros.
 
Si el hombre desea esforzarse en esá dirección, la única forma permitida según la fe, es que compre un solo billete. La razón es que solamente el Creador es el que determina quien ganará el premio, y así, si es Su Voluntad sustentar al hombre de esta forma, Él provocará que la suerte caiga en su billete, el Creador no necesita su ayuda con otro billete más.
 
Por lo tanto, un hombre que adquiera más de un billete demuestra que no posee la fe que el Creador es el que determina quien ganará, y confía en los pronósticos, las probabilidades, etc. Y no solo eso, sino que este hombre gasta el dinero que le fue depositado en sus manos por el Creador en tonterías y vanidades, en contra de Su Voluntad, y deberá dar rendición de cuentas sobre esto.
 
Esta es su prueba de fe: si cree que el Creador determina su subsistencia no comprará más que un solo billete. Si gana estará alegre, y si no tendrá la creencia que así el Creador lo quiere, y que es para su propio bien no haber ganado y no tendrá ninguna pena. En tal caso logrará una buena calificación en su prueba de fe.
 
Pero si contrariamente, no cree en la Supervisión Divina, entonces piensa que cuanto más billetes comprará, aumentan sus probabilidades de ganar, o tiene la esperanza que esta vez tendrá suerte, etc. Este hombre gasta su dinero inútilmente, se llena de vanas esperanzas, desilusiones, herejías, confusiones, y su calificación en la prueba de la fe es muy baja.
 
Una prueba difícil
 
El hombre que repentinamente gana una gran suma de dinero, sea por ganar la lotería, o sea por otra razón como una herencia, o al hacer la transacción de su vida, está en una prueba de fe un muy difícil examen. Y la realidad ya probó que la mayoría de esos ganadores, ganaron una gran suma de dinero, pero perdieron sus vidas…
 
¿Cuál es la causa? Es que en la mayoría de los casos la gente no posee las herramientas espirituales y mentales para quedarse tal cual es, cuando en sus manos cae una riqueza excepcional, a la cual no están acostumbrados. Por lo tanto se llenan de arrogancia y de repente, el esposo no quiere más vivir con su esposa, o la esposa no quiere más a su marido. Sus pensamientos se embrollan con todas las nuevas y grandes posibilidades que les esperan y así se complican con malas inversiones, caen en las trampas de impostores, abogados, nuevos familiares y en todo tipo de embrollos y tienen así grandes aflicciones. Sólo cuando el hombre tiene completa fe, entonces posee las herramientas para recibir una riqueza tan grande, y como sabe que el dinero no es de él – no se enorgullece. Este hombre sabe bien que el dinero le fue depositado por el Creador para que lo use adecuadamente según Su Voluntad, que solo Él es el que enriquece y empobrece, y que así como lo enriqueció, con la misma rapidez puede tomarle toda su fortuna si no se comporta como es debido. Por lo tanto, este hombre no se conduce con imprudencia y con apuro, sino que piensa y calcula juiciosamente como invertir el dinero que le llegó, y confía en el Creador para que lo guíe en todo lo que hace.
 
Él da un diezmo de su dinero para caridad (quien desea cumplir de la mejor manera el precepto de "Y amarás al Señor… con todos tus recursos", es conveniente que de la quinta parte de su ganancias, es decir el veinte por ciento),e invierte en negocios mientras consulta con el Creador y le reza para que lo dirija en cada paso; también invierte sólo una parte de la suma y no corre tras las riquezas (véase cap. "Los negocios"); también invierte en establecimientos de Torá y beneficencia – que son inversiones eternas. Este hombre logra una excelente calificación en el examen de la fe, y no se dañará por la repentina ganancia que le llegó, ni material ni espiritualmente.
 
Por el contrario, el que no posee fe, piensa que el dinero es suyo y que lo puede usar como desea, sin dar cuentas. Empieza a confundirse sobre como y donde invertirá el dinero de forma que no lo pueda perder. Se enorgullece, siente que su esposa ya no es para él, después de todo – él es rico… pierde a sus amigos, empieza a temer de todos los que lo rodean y a sospechar que quieren explotarlo para gozar de su ganancia; está lleno de miedos, inquietudes, sospechas y todo tipo de sufrimientos y confusiones. En muchos casos pierde todo su dinero y todavía se queda con grandes deudas, si no fuera por esa ganancia, nunca llegaría a estas situaciones. Este hombre ha fracasado en el examen de la fe, y su vida se destruye precisamente por medio de esa gran ganancia, de la cual esperó le resuelva todos sus problemas.
 
Felicidad o riqueza
 
Como se ha dicho anteriormente, este tipo de esfuerzo demuestra la falta de fe, porque por supuesto el hombre apostador quiere ganar un gran suma de dinero y piensa que eso le resolverá todos sus problemas. Pero el hombre creyente sabe, que su buena vida no depende de cuanto dinero posee, sino de cuanto logra cumplir la Voluntad del Creador, y esencialmente, de cuanta fe tiene. Y la única solución a sus problemas es el arrepentimiento, la plegaria y la caridad y trabajar mucho para adquirir la fe. Porque está bien claro que si el Creador le da sufrimientos en forma de falta de sustento, entonces incluso si ganara toda suma de dinero que sea, no le ayudará para escaparse de ellos, y solo los cambiaría por otro tipo de sufrimientos, probablemente todavía más difíciles.
 
¡Sólo el arrepentimiento y retorno al Creador le podrá ayudar al hombre a eliminar sus sufrimientos!, pues no existen sufrimientos sin pecados. Y de por sí, todo el tiempo que no se arrepintió, aunque tuviera todo el dinero del mundo, estuviera sano completamente y no le faltará nada, siempre tendría sufrimientos por causa de sus pecados. Lo que no sería así si tuviera el mérito de arrepentirse, entonces su vida sería placentera y feliz, aunque no tuviera ni siquiera una moneda usada en el bolsillo. Como se cuenta del maestro Aharon de Kivlitch, que siempre tenia una extraordinaria alegría aunque vivía en una gran pobreza. Una vez le dijo su amigo, que era un hombre de fortuna, que lo envidiaba mucho, pues aunque siempre les compra a su esposa e hijos todo lo que ellos quieren y los trata de satisfacer todo el tiempo, siempre hay peleas en su casa y nunca están satisfechos. ¡Pero a pesar de su pobreza en el hogar del maestro Aharon, que está siempre alegre y alegra a su esposa e hijos, están todos siempre contentos y felices!
 
Por lo tanto, el hombre debe estar contento con lo suyo, y no aspirar a enriquecerse porque "El que aumenta sus bienes – aumenta sus preocupaciones" y no aumenta su felicidad, salud o toda otra buena cosa. Y por supuesto que la frase que dijeron los Sabios: "¿Cuál es el rico? El que está contento con lo suyo" – es la pura verdad. ¿Y si verdaderamente le falta algo al hombre? Debe pedirle al Creador con misericordia y con súplicas, y logrará lo que desea.
 
 
Continuará…
 
 
(Extraído del libro "En el Jardín de la Fe" por Rabi Shalom Arush)

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1. jugar online loteria nacional

3/17/2022

Hace poco he comenzado un blogg, la información de tu web me proporciona mucha ayuda. Gracias por todo tu tiempo y trabajo.

Saludos

2. Jonathan

1/27/2022

El Creador es bondadoso y es bueno, siempre he estado atrás del dinero y cundo lo he tenido se me va fácilmente por sentimientos de avaricia y egoísmo entre otros, así mismo se me han ido oportunidades interesantes de obtener grandes riquezas monetarias…. desde que me acerque al creador lo he comprendido todo, no he estado listo para recibir el dinero, me hubiera perdido aun más… y de repente abrí mis ojos y vi mi inmensa riqueza una familia espectacular, amigos que me aman, trabajo que me encanta, mucha salud, sabiduría aprendizajes y por su puesto mi Fé en el Creador

3. Lujan

12/08/2020

Ahora solo falta decirnos el nro para jugar 🤩😎

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