La tarea de Elul

Antes yo trabajaba freelance. Y cuando uno es freelance, no puede dar nada por sentado. Cada trabajo que obtiene es una bendición.

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David Ben Horin

Posteado en 30.08.20

En términos profesionales, estos últimos tres años fueron para mí muy especiales. Fueron años estables y prósperos.

 

Al entrar a Elul, me di cuenta de que estaba demasiado cómodo. Daba por sentado que cada mañana me levanto, voy al trabajo y cada mes recibo un sueldo.

 

Esto tiene que terminar.

 

La última vez que tuve que buscar trabajo fue una época en la que estuve mucho más enfocado en mis objetivos. El lujo de tener un trabajo estable hizo que me “durmiera en los laureles”.

 

Antes yo trabajaba freelance. Y cuando uno es freelance, no puede dar nada por sentado. Cada trabajo que obtiene es una bendición.

 

Toda la actitud cambia cuando uno enfrenta cada día sin saber si alguien lo va a saludar o no con un “buen día” o “David, hay una pareja que necesita hablar contigo de inmediato”.

 

Trabajar como freelance es una actitud. Es trabajar bajo la constante conciencia de que el cliente te puede echar en cualquier momento, sin previo aviso, sin advertencia, sin un motivo.

 

La gran oportunidad de esta situación son las reglas que hay que seguir.

 

  1. Siempre complace al cliente. Tienes que producir trabajo de excelente calidad, pero no sobresalir demasiado. Si a alguien no le gusta tu trabajo, no puedes discutir. Debes ser humilde. Debes tomar en cuenta su opinión y mostrarles lo que puedes hacer a continuación como una opción que ellos pueden practicar si así lo desean.

 

  1. Aspira a cumplir sus objetivos. Siempre acomoda tu producción a las ideas del cliente. Incluso cuando tienes que creer algo de la manera que te parece la mejor, siempre debes presentarlo bajo la lente de cómo ellos lo quieren. Ellos son los que establecen las reglas de bueno y malo, no tú.

 

  1. Admite tus errores y arréglalos rápido. Si haces algo mal, arréglalo enseguida. Nunca empieces una pelea ni te pongas a la defensiva. Pregúntales dónde les parece que te equivocaste, pídeles sugerencias, ofrece una estrategia para reparar el error. Una vez que comprendes lo que ellos quieren, encárgate de ofrecérselo.

 

Ser freelance es un ejercicio de humildad. Se trata de hacer lo que ellos quieren, no lo que tú quieres.

 

El más grande beneficio es cuando llevas esta misma actitud hasta el próximo nivel y lo aplicas a tu servicio Divino.

 

 

La tarea de Elul

 

El alma sirve a Hashem en forma permanente, pero el cuerpo es más bien un freelancer.

 

Se nos da la vida un día por vez y en cualquier momento, Hashem puede decirnos que, por medio del éxito o del fracaso, nuestra tarea ha llegado a su fin.

 

Más allá de cómo nos vaya, cada año obtenemos una revisión de unos diez días en los que Dios decide si va a extender o no va a extender nuestra asignación por otro año más.

 

Todos somos freelancers que recibimos nuestro salario del Jefe por el trabajo que hacemos. Nada está garantizado y tenemos que demostrar que valemos la pena cada día. Pero tenemos la paga garantizada por nuestro Jefe.

 

Esta es la tarea de Elul, la oportunidad de llevar las cosas a otro nivel. De darle un puñetazo al coronavirus en la cara con la Mano de Hashem. De acercar el mundo más al Mashíaj y la paz que llegará con él. De proveer a nuestra familia mientras mantenemos intacto nuestra conexión con Dios.

 

Aprovechemos el entorno económico actual para remodelarnos hacia la prosperidad. . . en todo lo que hacemos …  yendo hacia el futuro.

 

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