Solo tú

La festividad de Pesaj y la introspección son dos cosas que van de la mano, ya que esta no es solamente la celebración de nuestra libertad nacional, sino también de nuestra liberación personal. Pesaj nos obliga a quebrar las cadenas de aquellas influencias que no guardan ninguna relación con acercarnos a Hashem, a la Torá, a la emuná, a los preceptos y a la plegaria. Si nos fijamos bien, vamos a ver que todas estas influencias están impidiendo que logremos todo aquello que somos capaces de lograr. Piénsenlo y se van a sorprender!

Dejen de buscar toda clase de defectos en ustedes mismos. La gente no tiene ningún derecho a criticarlos a ustedes cuando ellos mismos no tienen la menor idea de lo que están haciendo en el mundo. Subestimarse es un delito – pues se están robando a ustedes mismos tanto de su futuro como de su potencial. Es por eso que Pesaj viene a enseñarle a nuestra nación que sí es capaz de lograr cosas con las que nadie había siquiera soñado. ¿Y por qué? Porque Hashem nos ayuda a impulsarnos adelante. Pero para eso ustedes tienen que estar conectados con Hashem.

Enseña Rabí Najman: “Cada persona debe decirse a sí misma: ‘el mundo fue creado para mí… por lo tanto tengo el deber de buscar todo aquello que necesita rectificación en el mundo y debo rectificar toda deficiencia que haya en el mundo y orar por el mundo”.

Cuando uno lee esta directiva de Rabí Najman, no puede menos que fruncir el cejo y preguntarse: “De qué modo puedo yo siquiera asumir responsabilidad por todo lo que no está bien en el mundo?”.

La respuesta es que si Hashem colocó tu alma en este mundo, entonces el mundo no puede funcionar de la manera debida sin ti. Tú eres una pieza vital e imprescindible en este gran rompecabezas!

Vemos que Hashem está haciendo grandes maravillas para el pueblo judío. Sin embargo, el tikún olam, la rectificación del mundo, es nuestra tarea específica. Hashem hace tanto por nosotros! Lo menos que podemos hacer es hacer de este mundo un lugar mejor.

¿Y cómo lo hacemos? Tenemos el poder. La respuesta es la emuná.

¿Saben lo que sucede cuando una persona en Bogotá o en Buenos Aires da un paso más allá de su rutina y se fortalece en emuná? Es algo alucinante! Si un judío de Santiago de Chile decide que a partir de hoy va a hablar con Hashem durante una hora al día, entonces ¿saben qué pasa? Que un terrorista de ISIS en el Sinaí, que estaba planeando arrojar un misil en Eilat, al final muere cuando el lanzamisiles le explota en la cara. Estas cosas pasan a cada momento. Nosotros acá en Israel sobrevivimos en medio de nuestros vecinos hostiles en virtud de la Torá y de la emuná de todos aquellos que viven en el resto del mundo!

En el momento en que una mujer judía en Caracas decide cubrirse el cabello, entonces el tumor maligno que amenazaba la vida de un pequeño niño de Mexico D.F. desaparece como por arte de magia… Si supieran cuánto poder tienen, y si supieran que únicamente ustedes pueden lograr cosas aparentemente imposibles de lograr, entonces buscarían más Torá y más emuná. No olviden que el Mar Rojo no se dividió sino hasta que Najshon ben Aminadav dio el primer salto. De modo similar, en este mismo instante hay un enorme milagro a punto de manifestarse en el mundo, esperando a que ustedes se fortalezcan en emuná.

Todo depende de ustedes, queridos hermanos y hermanas. Les deseo que tengan un felicísimo Pesaj y que todos podamos juntos consumir el cordero pascual en nuestro Templo reconstruido, muy pronto en nuestros días. Amén!