La ayuda viene en camino! – Miketz

Nadie dijo que la vida en este mundo es un jardín de rosas. Vinimos a este mundo a cumplir una tarea y no una tarea fácil. Cada uno de nosotros tiene que llevar a cabo una rectificación de su alma, que es algo mucho más complejo que una operación a corazón abierto, y  a  veces mucho más peligroso también. Además, nuestros Sabios enseñaron que es mucho más fácil estudiar toda la Guemará que corregir un solo rasgo de carácter negativo. Por lo tanto, cuando no logramos hacer este trabajo solos, Hashem interviene para ayudarnos.. Él también nos ayuda a descubrir cuál es nuestra misión en la tierra si es que nos estamos desviando del camino. Por lo general esto implica grandes sufrimientos y pruebas de fe.

Rabí Najman enseña que la verdadera dificultad de los problemas no es el problema en sí mismo como la falta de conciencia espiritual que sufrimos cuando el temor, los miedos, la preocupación y la ansiedad superan nuestra emuná. Por lo tanto, la solución consiste en reencender nuestra conciencia espiritual y fortalecer nuestra emuná. ¿Fácil de decir pero no de hacer? No es verdad. Esto es lo que debemos recordar en los momentos difíciles:

1. Hashem es nuestro Padre que nos ama más que nadie en todo el mundo. Él me ama infinitamente más de lo que yo pueda amar a la persona más preciada de mi vida. Este sufrimiento proviene solamente de Él.
2. Dado que mi sufrimiento proviene de Él Y Él es mi Padre que me ama, esto es ciertamente por mi propio bien, tanto si lo entiendo como si no.
3. Dado que todo lo que hace Hashem es para mi bien, no sólo que debo aceptar Su voluntad y Su juicio sino que tengo que sinceramente darle las gracias inclusive por este sufrimiento.

Una vez que el individuo alcanza el nivel en el que sinceramente Le puede dar las gracias a Hashem por su sufrimiento, ahora alcanza una medida de proximidad a Hashem que antes no poseía. Y dado que nuestra misión ulterior en la vida es acercarnos a Hashem, y nuestros sufrimientos, si los usamos como es debido, nos acercan a Hashem, entonces intrínsecamente son algo bueno! Además, apenas la persona sinceramente se acerca a Hashem con canciones y expresiones de gratitud, Hashen ya no tiene necesidad de recurrir al sufrimiento como catalizador. ¡La ayuda ya viene en camino! La persona percibe la salvación de repente allí donde jamás la hubiera esperado.

¿De dónde aprendemos este principio?

El Midrash cuenta que Yosef cantó y bailó al ser encarcelado en Egipto. Yosef sabía que todo proviene de Hashem y que ciertamente era para bien. Y como estaba siempre contento, todos los amaban y así fue como obtuvo un puesto de responsabilidad tras los barrotes, con condiciones mucho mejores que el prisionero normal. Yosef pasaba todo el tiempo cantando canciones de gratitud a Hashem. Y lógicamente no lograba ver la luz al final del túnel. Probablemente jamás se iba a casar o tener una familia. Pero un día, de repente:

“Y lo trajeron rápidamente del calabozo” (Génesis 41:14).

No sólo que Yosef fue liberado de la cárcel sino que llegó a ser el virrey de la potencia más grande del mundo.

La Torá es un modelo para todas las generaciones. La historia de Yosef no es solamente un cuento para contarles a los niños al irse a dormir. ¡Es un mandato a movilizarnos, a sacarnos de encima la desesperación y empezar a movernos! Apliquen el método de tres puntos, cada uno de ustedes a su situación particular, y van a ver lo rápido que va a llegar la ayuda! ¡Van a ver que funciona!

Nuestros Sabios dicen que la salvación de Hashem llega en un abrir y cerrar de ojos. Cuando uno se aferra a la emuná y la gratitud, puede estar seguro de que la ayuda viene en camino. Solamente recuerden lo que solía decir Rabí Najman: “que no existe la desesperación en el mundo!”.