La bendición zurda – Balak

El llanto de la pobre mujer me partió el corazón en dos. Había estado casada durante cuatro años y acababa de sufrir su segundo aborto espontáneo...

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 15.03.21

El llanto de la pobre mujer me partió el corazón en dos. Había estado casada durante cuatro años y acababa de sufrir su segundo aborto espontáneo. Los médicos le dijeron que las probabilidades de traer hijos al mundo eran muy pocas. Yo nunca fui la clase de profesional que es capaz de permanecer indiferente ante los problemas que le trae la gente; me los tomo muy a pecho.

 

Varios Rebes de renombre le habían dado su bendición a la pareja, pero todavía no había podido tener hijos. Me pregunté por qué las bendiciones no habían servido. En ese momento, Hashem me iluminó la mente con una enseñanza de Rabí Najman, que dice así: a veces, un gran tzadik bendice a una persona para algo, pero esa bendición no se materializa, debido a que hay ángeles acusadores que la interceptan en el camino rumbo al Trono de Gloria. Ellos se llevan la bendición y preguntan: “¿Acaso Fulano se merece esta bendición?”. La respuesta suele ser negativa, ya que Hashem siempre nos da más de lo que nos merecemos. Y así es como la bendición se desintegra en el instante y nunca llega a materializarse.

 

A fin de esquivar a los ángeles acusadores, Rabí Najman propone que cuando demos una bendición, que no suene como una bendición. E incluso si los ángeles acusadores la interceptan, no la van a anular, porque no suena como bendición, sino todo lo contrario. Eso es lo que yo llamo una “bendición zurda”. Sin vacilar ni un momento, le dije a la mujer sin hijos: “Que Hashem te llene la casa con el olor de pañales sucios”.

 

Pasaron varios años. Mi mujer respondió a alguien que tocaba a la puerta. Era aquella mujer, con su marido, un niño de unos dos años dándole la mano. Otro niño más pequeño en el carrito y un bebé en los brazos. Querían hablar conmigo…

 

Una vez más, la mujer -ahora madre de tres hijos con el cuarto en camino-  estaba llorando: “Rabino, no sé qué hacer. Somos una familia sin muchos medios. Mis hijos consumen pañales como nosotros consumimos semillas de girasol el viernes a la noche. ¡Apenas si nos alcanza para comprar comida! Y cuando trato de cambiarles menos pañales por día, ¡en casa hay un olor insoportable a pañales sucios!”.

 

Yo estaba encantado. Esa fue exactamente la bendición que les había dado. Hoy en día, la pareja tiene cinco hijos y el mayor ya va a la yeshivá.

 

Seguramente ya habrán comprendido la idea. Cuando amamos a alguien, y le deseamos lo mejor, podemos darle una “bendición zurda”, para asegurarnos de que nada la intercepte. Otra de mis bendiciones zurdas es “Que Hashem te ayude a gastar tu ropa de Shabat”. Por lo general, la gente usa la ropa de Shabat para celebraciones tales como la circuncisión, las bodas, etc. La bendición oculta es que esa persona vaya de una celebración a otra, o sea, que tenga mucha felicidad de su familia.

 

La bendición “zurda” es exactamente lo opuesto a las bendiciones del malvado Bilam en la sección de la Torá de esta semana.  Hashem le permitió al malvado Bilam asociarse con Balak, quien lo contrató para que maldijera al pueblo judío. Bilam quiso maldecirlos, pero Hashem hizo que las palabras salieran como una bendición. Nuestros Sabios nos dicen que el vino adopta el sabor del recipiente que lo contiene. El recipiente con mal olor es capaz de arruinar hasta el vino más fino. O sea que salen palabras lindas de un corazón malvado, el resultado va a ser una maldición. Y viceversa: si salen palabras duras de un corazón lleno de amor, entonces el resultado va a ser una bendición.

 

La Guemará refuerza esta misma idea diciendo que cada una de las bendiciones de Bilam resultaron ser maldiciones (véase Tratado Sanedrín 105b).

 

Teniendo en cuenta lo antedicho, nunca se enojen si alguien que ustedes saben que los ama les dice palabras no tan agradables. O bien les está dando una bendición “zurda” o bien está tratando de mitigar algún juicio estricto que pende sobre ustedes. Sea como fuere, es todo para bien. Y mucho más siendo que Hashsem nos ama incondicionalmente. Podemos estar seguros de que todo lo aparentemente negativo es en realidad una “bendición zurda” que al final va a resultar para bien. Amén!

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1. Rivka

7/04/2017

bendito Dios que nos da bendiciones zurdas

Que bella historia me hizo llorar la verdad a veces debemos ser cuidadosos al dar una bendición y aprender a darlas de modo favorable a cada persona y que sin interrupcion alguna se puedan cumplir con las mejores intenciones . muchas gracias por la enseñanza

2. Rivka

7/04/2017

Que bella historia me hizo llorar la verdad a veces debemos ser cuidadosos al dar una bendición y aprender a darlas de modo favorable a cada persona y que sin interrupcion alguna se puedan cumplir con las mejores intenciones . muchas gracias por la enseñanza

3. Susana fuentes

7/03/2017

La bendicion Zurda -Balak

Hashen los bendiga breslev yo creo ,no hay respuesta de la bendicion derecha habra respesta de la izquierda, gracias por sus enseñanzas saludos rabi Jonatan habla muy bien español .

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