Objetos de mitzvá – Nasó

¿Cómo fue que Najshon tuvo el mérito de ser el primer jefe de tribu que presentó su ofrenda durante la inauguración del Tabernáculo sagrado?

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

“El que trajo su ofrenda el primer día era Najshon ban Aminadav, de la tribu de Yehuda” (Números 7:12)

 

¿Cómo fue que Najshon tuvo el mérito de ser el primer jefe de tribu que presentó su ofrenda durante la inauguración del Tabernáculo sagrado?

 

Si abrimos la Guemará en el Tratado Brajot página 39b, vamos a encontrar una historia acerca de dos grandes sabios, Rabí Asi y rabí Ami, que un domingo estaban comiendo juntos. En vez de hacer la bendición de Hamotzi con pan fresco, decidieron hacerla con unas sobras de pan duro que les había quedado de Shabat. Cuando les preguntaron por qué habían elegido el pan seco al pan fresco, ellos respondieron que dado que el pan viejo había servido el día anterior de eruv jatzerot[1], lo eligieron para hacer la bendición de esta comida. “Dado que el pan seco fue objeto de una mitzvá, decidimos usarlo para otra mitzvá”.

 

Si no me equivoco, Rabí Asi y Rabí Ami aprendieron el principio de usar el objeto de una mitzvá de Najshon ben Aminadav. Cuando el pueblo judío quedó atrapado entre el Mar Rojo y los soldados egipcios que los perseguían, Najshon ben Aminadav fue el primero en saltar al mar depositando totalmente su vida en manos de Hashem. Recién entonces se partió el mar.[2]

 

Por lo tanto, Najshon se transformó en un objeto de mitzvá, santificando el Nombre Sagrado de Hashem en total devoción y posibilitando la división del mar. Y dado que él ya era objeto de una mitzvá, Hashem lo eligió para que fuera el objeto de otra mitzvá, transformándose así en el primer jefe de tribu en presentar una ofrenda de regalo en ocasión de la inauguración del Santo Tabernáculo. Esto es también un clásico ejemplo del concepto de medida por medida: Najshon fue el primero en saltar al agua en honor de Hashem y por eso se transformó en el primer jefe de tribu que Hashem honró.

 

Nosotros también podemos transformarnos en “objetos de mitzvá” a cada instante del día. Cada vez que alabamos el Nombre de Hashem  y Le expresamos nuestra gratitud, estamos llevando a cabo una preciada mitzvá. Y además cada vez que pensamos en la emuná, nuestro cerebro se transforma en el objeto de una mitzvá. Esto también desencadena una bella espiral ascendiente que nos lleva hasta el Trono Divino, porque cuanto más hacemos mitzvot, más Hashem nos da mitzvot para hacer.

 


[1] El Eruv Jatzerto es un depósito de comida comunitario, que suele consistir de una hogaza de pan y algún otro alimento como por ejemplo un huevo duro, que los vecinos que comparten un mismo patio separan en una de las casas, permitiendo que los residentes transporten objetos en Shabat dentro del patio.

[2] Yalkut Shimoni Parsahat Beshalaj 14

 

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