Niños de compasión

Poco antes de la fiesta de Sucot, este año, vino una vecina a hablar con mi mujer, y le dijo que sus hijos se ofrecían de voluntarios a construirme la sucá.

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Dr. Zev Ballen

Posteado en 04.04.21

Poco antes de la fiesta de Sucot, este año, vino una vecina a hablar con mi mujer, y le dijo que sus hijos se ofrecían de voluntarios a construirme la sucá. Aparentemente, ellos pensaban que yo no tenía con quién construir la sucá. Yo no conocía mucho a estos niños ni a sus padres, pero su ofrecimiento parecía ser sincero, así que lo acepté.

 

Enseguida se pusieron manos a la obra, sabiendo que estaban haciendo una buena acción. No sólo que mi sucá estuvo lista a tiempo para las fiestas sino que ellos la construyeron con tanto cuidado y esmero que uno hubiera pensado que era la sucá de ellos, no la mía.}

 

Al final de la fiesta, los jóvenes regresaron esta vez con otros hermanos más pequeños, que tenían curiosidad de ver qué hacían sus hermanos mayores para alguien que apenas conocían. Esto de hacer favores es contagioso – al rato los hermanitos menores también estaban ayudando. Durante una hora más o menos mi departamento se llenó de la energía positiva de cinco chicos sonrientes yendo y viniendo mientras desmontaban la sucá y la guardaban bien ordenada para el año siguiente.

 

Al ver trabajar a los hijos de mi vecino con tanta alegría y amor en los ojos me di cuenta de que los habían educado muy bien en el precepto de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19). Dentro de mi mente, empecé a comparar a los hijos del vecino con los míos. Empecé a sentir compasión de mí mismo y sabía que necesitaba un poco de tiempo para procesar lo que me estaba sucediendo. Salí a caminar un rato. Estaba fresco y estaba muy tranquilo enfrente de mi casa.

 

“Hashem, yo sé que este es un mensaje para mí. Demuéstrame qué es lo que estoy haciendo mal. ¿Por qué no tengo hijos como estos? ¿Acaso es demasiado tarde? ¿Cómo puedo influenciar a mis hijos para que sean como los de mi vecino? Yo doy conferencias y escribo sobre el tema de padres de hijos en Breslev Israel; hago terapia matrimonial y terapia familiar para ayudarlos a mejorar su matrimonio y la relación padres-hijos. Estudio con mis hijos y lese hablo de Torá en la mesa de Shabat. Por favor, Hashem, ilumíname! Tengo hijos maravillosos y estoy muy orgulloso de ellos en muchos otros aspectos, pero ¿qué debo hacer ahora para que se interesen más por las necesidades de otras personas?

 

Fue entonces que Hashem me hizo acordar de algo acerca de lo cual hablo todo el tiempo pero que obviamente yo mismo no he internalizado del todo.

 

“Tienes que vivirlo para darlo”.

 

Mis hijos no tienen la culpa de que no me ayudan con la Sucá. ¿Cómo puedo esperar que internalicen una característica positiva que yo mismo no tengo? ¿Cuándo fue la última vez que me ofrecí de voluntario a hacer trabajo pesado para alguien que lo necesitaba? ¿Con qué frecuencia mis hijos me han visto ir corriendo a ayudar a otra gente a menos que fuera parte de mi trabajo como terapeuta? ¿En qué nivel estoy de amor por el prójimo?

 

Al volver a casa, me di cuenta de que en realidad no me tenía que sentir mal. Ciertamente tengo mucho sobre lo que trabajar conmigo mismo, pero Hashem sabe que estoy dispuesto a hacer el esfuerzo. El hecho de que necesite mejorar en esta área de mi vida no significa que no sea buena persona. Como dice el Rav Arush: “Eres bueno y solamente quieres hacer el bien!”.  al repetir esta frase, me vienen a la cabeza tres puntos:

 

  1. No tengo la culpa. Igual que mis hijos, no tuve modelos como mis vecinos.
  2. Y qué pasa si tengo mala inclinación. Todos tenemos, pero eso no afecta mi bondad inherente. Mi trabajo es luchar contra la mala inclinación a diario.
  3. Hashem no me va a juzgar por el resultado final de lo bueno que fui con mis vecinos. Solamente va a juzgar qué tan bueno quise ser.

 

Finalmente, lo primero que hice fue darles las gracias a mis vecinos por sus maravillosos hijos.

 

Mi segundo paso fue revisar el libro Educación con Amor

 

Mi tercer paso fue comprometerme a pedir por esto en mi sesión de plegaria personal diaria.

 

Mi cuarto paso fue escribir este artículo con la esperanza de que esto sirve para los vecinos de todo el mundo!

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1. Greta

11/26/2017

Que hacían sus hijos?

Tengo curiosidad de saber que hicieron sus hijos al ver trabajar a sus vecinos para usted? Se sumaron o no a la obra? Usted es un rabino y lo tomó todo de la mejor manera. Ayudar a desconocidos que muchas veces me pagan mal por bien y me hacen algún daño por ayudarles me duele que se aprovechen de uno y devuelven con traición y maldad. Duele hasta las lagrimas…

2. Anónimo

11/26/2017

Tengo curiosidad de saber que hicieron sus hijos al ver trabajar a sus vecinos para usted? Se sumaron o no a la obra? Usted es un rabino y lo tomó todo de la mejor manera. Ayudar a desconocidos que muchas veces me pagan mal por bien y me hacen algún daño por ayudarles me duele que se aprovechen de uno y devuelven con traición y maldad. Duele hasta las lagrimas…

3. miriam

11/22/2017

Ninos de compasion

Es muy real. Siempre he escuchado estas palabras de mi madre. "Los hijos son la copia de los padres". Gracias por compartir este mensaje tan importante.

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