¡No Hay Adónde Escaparse!

Hace algunos días, tuve un shock tremendo. Una persona conocida me contó que su hijo había estado mirando un sitio de pornografía dura en Internet…

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Rivka Levi

Posteado en 05.04.21

Hace algunos días, tuve un shock tremendo. Una persona conocida me contó que su hijo, que tiene la misma edad que mi hijo, había estado mirando un sitio de pornografía dura en Internet…
 
 
¡No Hay Adónde Escaparse!

Hace algunos días, tuve un shock tremendo. Una persona conocida me contó que su hijo, que tiene la misma edad que mi hijo, había estado mirando un sitio de pornografía dura en Internet. Mi primera reacción fue hacer entrar a mis hijos en mi auto, liquidar todo y tratar de encontrar algún lugar donde vivir a un millón de kilómetros de distancia del barrio más cercano…

Una vez que me di cuenta de que no tenía adónde escaparme, porque todos los lugares parecen estar de alguna u otra forma infectados, mi siguiente reacción fue escribir un mail mordaz a nuestra lista de direcciones electrónicas, amonestando a todos los padres que yo sentía que habían tomado demasiado a la ligera todo este tema del “Internet en casa”.
 

 
Mi siguiente reacción, después de que hablé con el rabino local, fue escribir un email más atenuado a la lista de direcciones y un artículo apocalíptico al sitio web de Breslev. ¡Ya me iban a escuchar todos esos irresponsables!
 
Yo les iba a marcar todas sus incoherencias; todos los problemas que implica tener Internet en casa; toda la arrogancia que hace que la gente ignore lo que les dicen sus rabinos y decidan por sí mismos que el Internet está más o menos “bien”… que no es algo “tan grave”…
 
Me sentí y escribí lo que se dice “una CARTA”, pero entonces HaShem me hizo hacer una pausa para que pensara un minuto. Y cuando me puse a pensar, de pronto me di cuenta de que escribir un artículo apocalíptico en realidad no me iba a ayudar a lograr nada…
 
HaShem hizo que me diera cuenta de que la mayoría de la gente, por lo menos en lo más profundo de su alma, ya sabe que tener Internet en casa es malo, que es problemático, que es un desastre y que les abre la puerta a toda la basura habida y por haber, a escenas horribles, aterradoras y preocupantes, tanto para ellos como para sus hijos.
 
Ninguno de nosotros es estúpido. Sabemos perfectamente que somos adictos a nuestras Blackberries; sabemos perfectamente que pasamos demasiado tiempo “trabajando desde casa” y “trabajando los fines de semana” y “trabajando las fiestas” y “trabajando en el medio de nuestra noche de aniversario”. Sabemos perfectamente que toda la basura del Internet es casi imposible de resistir y que tarde o temprano va a entrar en nuestros hogares. Sabemos que estamos derrochando nuestras vidas con el Facebook y con YouTube y con Google.
 
Pero lo que no sabemos es qué es lo que podemos hacer respecto al tema.
 
Y cuando me puse a pensar, me di cuenta de que precisamente ésa es la raíz del problema. En estos días tan locos, nos parecería que no tenemos otra opción. Sabemos perfectamente que el Blackberry está destruyendo nuestra vida familiar y nuestro tiempo libre; soñamos con poder decir “Hoy me tomé un día libre” o “Toda esta semana no voy a estar disponible”, pero nos da terror decir algo así…
 
¿Qué cosa tan terrible va a ocurrir si por una sola vez “no estamos disponibles”? ¿Tal vez el cliente se enoje y vaya a comprar a otra parte? ¿Quizás nos vamos a perder la oportunidad de nuestra vida? ¿Por ahí justo en ese momento surge algo súper-urgente y nos van a echar del trabajo?
 
Éstas son todas las cosas que se nos pasan por la cabeza cuando no tenemos Emuná y cuando pensamos que nuestros propios esfuerzos son los responsables de nuestro sustento.
 
Lo mismo ocurre cuando uno quiere liberarse del Internet. ¿Cómo vamos a mantenernos en contacto con la gente, a encontrar las mejores ofertas, a saber qué pasa en la comunidad, a saber qué pasa en las escuelas de los chicos?
 
Si no tenemos Emuná, todos éstos parecen problemas insuperables. Está bien: es obvio que ninguno de nosotros quiere que nuestros chicos miren sitios pornográficos, Di-s nos libre y guarde, pero la pregunta es: ¿qué es lo que podemos hacer?
 
Cuanto más escribo, más me doy cuenta de que no necesitamos tener Emuná solamente para poder enfrentar las situaciones más dramáticas, las situaciones de vida o muerte, Di-s no lo permita. La verdad es que necesitamos Emuná para todo, para absolutamente todo en la vida. Incluso para las cosas más insignificantes. Incluso para poder decir: “Por un día voy a tener el Blackberry apagado”. O “Voy a limitar el uso del Internet a una hora por semana”. O incluso: “No tengo idea de cómo me las voy a arreglar, pero voy a hacer todo lo posible por no abrir el Internet durante toda esta semana”.
 
Todos éstos son actos de fe. Todos requieren una enorme dosis de ayuda Celestial y montones de Emuná. Un enorme esfuerzo, un montón de plegarias y una gran dosis de “salirnos de nuestra zona de confort” y estar dispuestos a ser diferentes de “los demás” y no pensar en el “qué dirán”…
 
Pero cuando la alternativa es una sociedad en la que chicos de ocho años de edad están intercambiando consejos sobre cuál sitio porno conviene visitar… ¿¿Qué otra alternativa nos queda??

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1. Raúl

8/24/2012

Internet no es algo malo. Lo fundamental en relación con tu artículo es la educación de los hijos. No podemos apartar a nuestros hijos del mundo, ni debemos intentarlo. Podemos rastrear los sitios visitados para tener información sobre la utilización que se hace de Internet y también existen unos filtros que pueden evitar el visitar sitios peligrosos para un adolescente. Pero en última instancia , insisto, lo esencial es la educación y que hablemos libremente de estas cosas con ellos. Por lo tanto: educación, vigilancia, dialogo, comprensión y oración. Estas son las claves. Cortar Internet en casa sería como cortar el telefono hace unos años. Todos los avances tecnológicos pueden usarse para el bien o para el mal.

2. Raúl

8/24/2012

Lo fundamental en relación con tu artículo es la educación de los hijos. No podemos apartar a nuestros hijos del mundo, ni debemos intentarlo. Podemos rastrear los sitios visitados para tener información sobre la utilización que se hace de Internet y también existen unos filtros que pueden evitar el visitar sitios peligrosos para un adolescente. Pero en última instancia , insisto, lo esencial es la educación y que hablemos libremente de estas cosas con ellos. Por lo tanto: educación, vigilancia, dialogo, comprensión y oración. Estas son las claves. Cortar Internet en casa sería como cortar el telefono hace unos años. Todos los avances tecnológicos pueden usarse para el bien o para el mal.

3. Luz Divina

10/09/2011

¿Por qué intenet es malo? No estoy de acuerdo con la expresión tan categórica No creo sea malo internet, malo puede ser el uso que se haga. Gracias a Internet yo puedo acceder a esta página de Breslev, pedir libros del Rabí Najman y tratar de mejorar en mi camino espiritual. ¿Qué alternativa nos queda? pues ejercer la responsabilidad de una educación libre, pero disciplinada, pudiendo disfrutar de las nuevas tecnologías pero siendo conocedor de los riesgos con los que nos podemos encontrar. Respeto su opinión, pero no puedo compartirla, porque realmente pienso, que las nuevas tecnologías son oportunidades que se nos brindan. Hay muchas armas( navajas, puñales, cuchillos, pistolas etc) pero eso no me hace una asesina, simplemente porque conozco sus riesgos. Saludos

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