¡Seamos padres, por favor!

Lo que hacen los padres tiene un profundo efecto sobre lo que hacen los hijos, incluso cuando se trata de hacer que lleguen a la escuela a la hora indicada.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 14.03.21

Una maestra de escuela primaria quería darle una lección a un alumno un poco lento en entender haciéndole escribir doscientas veces: “El alumno no debe llegar tarde a la escuela”. La directora intervino en el caso y le preguntó a la maestra: “¿Por qué castigas a la niña? Lo más probable es que los padres tengan la culpa. Por qué no les dices a ellos que escriban doscientas veces ‘No hagan que su hija llegue tarde la escuela’ doscientas veces?”.

 

Lo que hacen los padres tiene un profundo efecto sobre lo que hacen los hijos, incluso cuando se trata de “detalles técnicos” como hacer que lleguen a la escuela a la hora indicada. Dado que los niños tienen una prodigiosa tendencia a portarse mal y por lo general no tienen un sentido claro de la responsabilidad, los padres tienen que ser los que les muestren el camino y el sentido del orden y la responsabilidad. ¡Tenemos actuar como padres! A diferencia de los aviones, nuestros hijos no cuentan con un sistema de navegación automática, sino que dependen de nosotros para que los guiemos. Sin la guía de los padres, ellos están completamente perdidos.

 

Las horas indicadas para que el padre tome control son la hora de irse a dormir y la hora de despertarse. El niño que llega a la escuela a tiempo bien organizado y después de haber comido algo nutritivo va a funcionar mucho mejor y va a estar más concentrado. Todo el día le va a ir bien, porque empezó el día con el pie derecho, gracias a la ayuda y la mano de sus padres que lo guía y lo ayudó a llegar a tiempo a la escuela y le preparó un rico desayuno.

 

Una vez un padre me contó de su hijo de 13 años, que toda la semana había estado de mal humor. Cada vez que el padre le pedía que hiciera algo, él se encogía de hombros diciéndole: “¡Estoy cansado!”. El viernes a la tarde, la madre vio que al hijo se le cerraban los ojos del cansancio así que lo obligó a dormir una siesta de tres horas. El niño se levantó de buen humor, como nuevo.

 

Los padres no pueden depender de sus hijos y esperar que estos tomen decisiones responsables. La actitud de laissez-faire es muy perjudicial para los hijos. Si uno de los padres tiene que viajar de noche, entonces el otro padre tiene que encargarse de la rutina de acompañar a su hijo cuando este se va a dormir. Y si los dos padres tienen que viajar, entonces tienen que dejar alguien a cargo, con guías claras.

 

La guía de los padres no se aplica solamente a cuestiones como estas sino también a asegurarse de que los hijos hagan las tareas escolares. El padre que está al tanto de los estudios de sus hijos también va a estar al tanto de su progreso y va a saber si tiene dificultades. Ese padre va a poder resolver pequeños problemas antes de que crezcan como una bola de nieve. Y va a poder fortalecer aquellas áreas en las que su hijo no progresa tanto, ofreciéndole clases privadas si es necesario. Otra gran ayuda es ayudarlos a prepararse antes de los exámenes.

 

Muchos lectores pensarán tal vez que estamos hablando de cosas obvias, pero por desgracias son muchos los padres que o bien no son conscientes de lo importante que es la responsabilidad paterna, o bien tienen una noción liberal de “no intervenir” o quizás tienen la atención puesta en otros temas. Pero todos aquellos padres para quienes las necesidades diarias de sus hijos ocupan un nivel bajo en su lista de prioridades van a sentir aflicción finalmente, en vez de gratificación. Por el contrario, aquellos padres que cumplen con su responsabilidad como tales habrán de “sembrar con lágrimas pero cosechar con alegría”. Amén!

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1. Larisa

2/13/2019

Seamos Padres por favor

Gracias a Hashem por sus consejos.

2. Larisa

2/13/2019

Gracias a Hashem por sus consejos.

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