¡Me quiero casar!

Querida Rajeli:

Me llamo Liliana, tengo 37 años y soy soltera. Hace poco conocí las enseñanzas del Rabino Shalom Arush y me encantan. Pero tengo un problema por resolver, y es que no tengo pareja. ¡No encuentro! Hace años que salgo con chicos y cada vez que salgo con alguien enseguida me doy cuenta de que no es para mí. ¿Cómo puedo usar la emuná para que Hashem me traiga a mi pareja ya?

Liliana

Querida Liliana:

Quiero que hablemos de uno de los conceptos principales de la emuná que por algún motivo hemos relegado a último lugar.

Me preguntas “¿Cómo puedo usar la emuná para que Hashem me traiga a mi pareja ya?”

Y la respuesta es: “No puedes”.

Liliana: tener emuná no quiere decir que te portas bien para que Hashem te dé más rápido lo que quieres. No es manipular a Hashem para que cree cierta situación. Tampoco es insistir en que lo que quieres es en realidad lo mejor para ti.

Quiero que repasemos juntas los pasos que tienes que dar para que puedas obtener todas las bendiciones en la vida, incluyendo el hombre perfecto para ti.

Fíjate que dije “para ti”, y no solamente “perfecto”. Porque la perfección no existe en este mundo. Excepto en mi caso, obviamente, pero es que cada regla tiene una excepción.

Ok, entonces estos son los tres puntos que tienes que internalizar:

1. Da las gracias por lo que ya tienes! Esto va a crear una vasija con la cual podrás recibir más bendiciones. ¿Por qué Hashem te va a dar algo cuando te estás quejando de lo que ya tienes? ¿Lógico, no?
2. Sé consciente de que Hashem sabe lo que está haciendo. Hashem tiene mucha paciencia y muchas veces Él espera que nosotros corrijamos algún defecto personal o avancemos espiritualmente antes de enviarnos a nuestra pareja. O tal vez Él está esperando que tu pareja tenga más dinero para que pueda comprarte un  lindo anillo de diamantes y una mansión.
3. No te quejes. Sí, hay cosas que te están faltando en la vida. Eso nos pasa a todos. Rabí Najman explica que cuando hay un aspecto de la vida que necesita mejorar, es porque no hemos rezado lo suficiente por ello. Por eso, si no tienes aún pareja, entonces allí es donde debes esforzarte más por rezar. Todo lo que te falta, reza por ello. Pero recuerda que debes estar alegre con la situación en la que te encuentras.
4. Pídele a Hashem todo lo que quieres. ¿Por qué pedirle solamente una pareja? ¡Pídele el mundo entero! ¿Acaso existe algo que sea demasiado difícil para Él? ¡No! Cuando más Le hables, mejor. Estás demostrándole que crees en Él y que sabes que nada puede suceder sin Su consentimiento.

Mucha gente se equivoca pensando que es una contradicción pedirle a Hashem algo y al mismo tiempo darse cuenta de que tal vez no es lo mejor para uno, pero en realidad no existe tal contradicción.

Al pedirle algo a Hashem estamos haciendo dos cosas:

1 – estamos construyendo nuestra cuenta bancaria espiritual para que podamos “ganarnos” aquello que estamos pidiendo.

2 – estamos fortaleciendo nuestra conexión con Hashem.

Tanto si recibimos lo que estamos pidiendo como si no, el resultado no depende de nosotros. Puede sonar extraño, pero en realidad no existe una conexión directa entre lo que pedimos y lo que recibimos. Lo uno no causa lo otro. Solamente crea la posibilidad de que pueda suceder – si eso es lo mejor para ti.

Lo cual me lleva al consejo número 5: ¡AFLOJA!

Esto sea tal vez lo más difícil de todo. Una vez que decides que quieres algo, tu cerebro se traba y no quiere aflojar hasta que lo consigues. Pero entonces el tiempo no pasa.

Yo sé que esto es difícil, pero aflojar es algo sobre lo cual debes trabajar. Va a suceder cuando tenga que suceder. Yo sé que es fácil decirlo, estando ya casada. Pero yo también estuve en tu situación y lo único que hice fue enfocarme en lo que quería. ¡Era un suplicio! Solamente estoy tratando de ahorrarte toda esa angustia.

Mejor guarda todo ese tormento para tu futuro marido, cuando haga cosas que te molesten, como por ejemplo, cuando se olvide de cocinar, de lavar la ropa, de ir al supermercado y de bajar la tapa del inodoro.

Espero haber aclarado algunas cosas, no confundirte todavía más…

Bueno, no importa. Lo que importa es que te di cinco consejos que te van a cambiar la vida. ¡Úsalos con sabiduría!

Ah… y no te olvides de que no es pecado pedir un hombre que tenga millones en el banco. ¡El dinero no tiene nada de “poco espiritual”! Hay que ser realistas….

Te deseo una vida muy feliz con tu futuro (si Dios quiere) marido!

Rajeli