¡Peligro! ¡Arena Movediza!

Antes de que nos casáramos, mi esposa y yo éramos íntimos amigos. Pero en los tres años que estamos casados, pasó algo muy raro: dejamos de ser amigos.

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

Antes de que nos casáramos, mi esposa y yo éramos íntimos amigos. Pero en los tres años que estamos casados, pasó algo muy raro: dejamos de ser amigos.

Estimado Rabino:

Antes de que nos casáramos, mi esposa y yo éramos íntimos amigos. A los dos nos encanta el golf y el tenis y jugábamos juntos todo el tiempo. Pero en los tres años que estamos casados, pasó algo muy raro: dejamos de ser amigos. Si he de ser franco, le voy a decir que ya ni siquiera somos amigos. No puedo decir ni una palabra sin que ella explote. Incluso en el campo de golf, cuando yo veo que ella hace algo mal, y trato de darle un consejo para su propio bien, ella se pone como loca. Por favor, necesito su ayuda. Hace tres años, ella era una mujer tranquila y muy atractiva. Ahora es un manojo de nervios con el que es imposible convivir. Y no sólo eso, sino que además ya ni siquiera quiere jugar conmigo al tenis ni al golf. A propósito, quería decirle que nosotros no somos judíos y que le estamos muy agradecidos por el hecho de que usted se ponga a disposición del público en general. Muchas gracias por su tiempo.
Atte, Luis P, de Miami.

Estimado Luis P.:

Antes del casamiento, tu relación de “amigos íntimos” con tu mujer era solamente diversión y juegos, sin ninguna responsabilidad ni compromiso. Las amistades “de juego” no necesariamente perduran bajo fuego. Pero las amistades “de trinchera” – que es cuando los dos son bombardeados por todos los costados- duran toda una vida. El matrimonio no es un country club; es seguir juntos contra viento y marea.
Es obvio que tu enamoramiento prematrimonial hizo que te portaras de la mejor forma posible. Pero después del casamiento, una vez que ya tenías el pan dentro del canasto, sentiste que ahora tenías derecho a criticarla. Tú mismo dices que en apenas tres años ella pasó de ser “tranquila y muy atractiva” a ser “un manojo de nervios con el que es imposible convivir”. Discúlpame, LP, pero es todo culpa tuya. Estoy seguro de que eso es lo último que querrías hacer, pero estás destruyendo a tu mujer con tus propias manos. Tu tarea consiste en ser un marido cariñoso, y no un juez de la Corte Suprema de Justicia. ¿Quién te puso por juez? Ella no necesita un juez; lo que ella necesita es un marido y un fiel compañero.

Las críticas destruyen la confianza de la persona. Y cuando las críticas abundan, van carcomiendo la autoestima del cónyuge. Cuanto más baja es su autoestima, más hipersensible y más nerviosa se vuelve ella. Las críticas son como arena movediza: es fácil de entrar pero muy difícil salir.

Luis P.: a partir de este momento, tienes que tomar la firme decisión de abstenerte de todo tipo de críticas, ya sean críticas justificadas como injustificadas. Si tu mujer quema la comida, no importa. Come todo lo que te preparó con una sonrisa y dile que es el plato más rico que comiste en tu vida. Y si, Di-s no lo permita, estás pensando en divorciarte de ella, yo te garantizo que tu próxima relación va a ser diez veces peor. Te doy mi solemne promesa de que si dejas de criticarla, dentro de treinta días tu vida y tu matrimonio van a dar un giro de ciento ochenta grados. Si lees En el Jardín de la Paz y pones en práctica sus consejos, tu matrimonio va a ser aún mejor de lo que alguna vez soñaste.

El matrimonio feliz y las críticas no van de la mano. Métetelo en la cabeza y en el corazón y nunca lo olvides. Espero tu carta dentro de un mes y cuéntame cómo va todo. Hoy ve a comprarle un ramo de flores y llévala a su restaurante favorito; acuérdate de lo que sentías por ella cuando estaban saliendo. Yo te sugiero que practiquen deportes menos competitivos y más orientados a la unión, como ir de caminata o en bicicleta, en vez de jugar al tenis o al golf. Además te recomiendo que escuches el CD El Respeto a la Esposa hasta que te lo sepas de memoria. No tienes que ser judío para beneficiarte de nuestros libros y CDs. Luis, con la ayuda del Cielo, todo este material te va a ayudar muchísimo. ¡Estás en mis plegarias!

¡Un saludo y mucho éxito!
 

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1. Ricardo Piñeiro

5/17/2018

El rezar

Puedo rezar en donde quiero en cuarto, en baño… En trabajo tuve que rezar dentro del baño para que los obrero que nadie me burla. Al rezar puedo con los ojos abierto o cerrado, parado o sentado.

2. Ricardo Piñeiro

5/17/2018

Puedo rezar en donde quiero en cuarto, en baño… En trabajo tuve que rezar dentro del baño para que los obrero que nadie me burla. Al rezar puedo con los ojos abierto o cerrado, parado o sentado.

3. Min

5/17/2018

Arenas movedizas

Creo que están siendo demasiado duros con el consultante. Es verdad que criticar no es bueno, pero el cambio de comportamiento de la esposa puede deberse a otros motivos ajenos a su esposo. No se puede juzgar sin oír las dos partes y a veces ni con esas pues la mentira está ahí. Es mi modesta y humilde opinión. Gracias y que HaShem les bendiga.

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