El efecto Warburg

La semana pasada les presenté la teoría según la cual la mayoría de los casos de cáncer no son causados por genes defectivos. Si bien las investigaciones en su gran mayoría tienen el objetivo de descubrir cuáles son los genes que producen el cáncer, esas mismas investigaciones no se plantean qué es lo que hace que esos genes produzcan el cáncer.

Simplemente lo atribuyen a “la culpa de los padres”, la culpa de Dios, o simplemente mala suerte.

Bueno, ¿saben qué? Eso no siempre es cierto. De hecho, la mayor parte del tiempo no es cierto. ¿Genes defectivos de nuestros padres? Como mucho, el 2 o 3 %. ¿La culpa de Hashem? Nunca. ¿Mala suerte? ¡No existe algo así!

Entonces qué es lo que causa esta terrible enfermedad?

El azúcar.

El Dr. Tomas Seyfried, profesor de biología en la Universidad de Boston, ha descubierto que un mecanismo que hace que las células normales se vuelvan cancerosas. Él habla de una enfermedad metabólica, ya que el metabolismo de las células se vuelve defectuoso debido a un daño mitocondrial.

Lo cual me lleva al Efecto Warburg. El Dr. Otto Warburg era un científico y Premio Nóbel de la década del ’20 que descubrió que las células cancerígenas tenían poco oxígeno porque su respiración dejaba de usar oxígeno para sobrevivir y empezaba a fermentar azúcar para sobrevivir.

La falta de oxígeno causa daño a las mitocondrias, que son los centros de energía de las células. Cuando la mitocondria resulta dañada, no puede respirar como es debido, o sea que no puede producir energía de la manera normal.

Y qué es lo que causa esta falta de oxígeno? La mala dieta y el mal estilo de vida! Al comer constantemente alimentos procesados cargados de azúcar y carbohidratos estamos sofocando el cuerpo, haciendo que sus células se vean forzadas a pasar de una respiración oxidativa a una fermentación. Las células literalmente se están ahogando por la dieta tan terrible.

Para sobrevivir, la célula cambia su respiración para adaptarse a la ausencia de oxígeno. Y como mecanismo de supervivencia, empieza a fermentar, a usar el azúcar como combustible. La fermentación produce un crecimiento celular rápido y descontrolado. Y esto produce a su vez la formación de tumores.

Bueno, ahora es cuando se pone interesante: las células cancerígenas son extremadamente resistentes a la quimioterapia y los rayos porque están fermentando. Eso significa que la célula cancerígena no fue separada de su fuente de energía Dado que la fermentación ocurre en un medio carente de oxígeno, ¿qué importa qué sustancias químicas se introducen al cuerpo? La célula cancerígena es capaz de sobrevivir a todo, siempre y cuando tenga combustible!

Los dos principales combustibles de las células cancerígenas son la glucosa y la glutamina. Una vez que dejas de proveer este combustible, las células cancerígenas mueren.

Tan dolorosamente simple, ¿no es cierto?

Entonces ¿por qué la gente sufre una remisión o se cura del cáncer después de que se someten a quimioterapia y rayos?

Piensen en lo siguiente. La persona que se somete a un tratamiento convencional, ¿cuánto come?

No mucho, no es cierto? ¿Quién tiene un apetito normal cuando tiene que soportar los efectos devastadores de la quimioterapia y los rayos?

La restricción calórica hace que las células cancerígenas se mueran de hambre. Además, estas tienen 10 veces más receptores de insulina que las células normales. Esto significa que se atracan de toda la glucosa que haya disponible y la usan para fomentar su crecimiento.

Por lo tanto, no son la quimioterapia ni los rayos los que curan a la persona. Es el hecho de que no está comiendo la misma cantidad de azúcar y demás alimentos procesados, que son los que alimentan estas células. Y entonces el tumor se reduce y muere.

Cuando cortamos la provisión de azúcar, el cuerpo utiliza un combustible alternativo, más limpio y eficaz: las grasas.

Cuando el cuerpo se queda sin grasas, produce cetonas. Las cetonas son producidas después de que el hígado se queda sin depósitos de azúcar. Estas cetonas proveen un combustible limpio de alta energía a las mitocondrias y, por lo tanto, a todo el cuerpo.  Las cetonas son liberadas del hígado y pasan a los glóbulos rojos, o sea que el cuerpo tiene fácil acceso a ellas y las metaboliza con facilidad, incluyendo el cerebro y el sistema nervioso central.

El azúcar no atraviesa la barrera cerebral pero las cetonas sí. Por eso, la mayor parte de la gente que está en estado de cetosis (el estado de usar grasas para energía en vez de azúcar) goza de una mente clara y ágil y muchísima energía.

Esto se logra de muchas maneras: ayunando, llevando una dieta baja en carbohidratos o ejercitando en forma intensiva. En su forma extrema, puede llevar a una cetoacidosis, que es un estado de cetosis descontrolado, en el cual demasiadas cetonas están presentes en el flujo sanguíneo. Esto suele ocurrir en los casos no tratados de diabetes tipo uno fuera de control.

En resumen: el azúcar y los carbohidratos (que se convierten en azúcar) son combustible para las células cancerígenas. El azúcar daña las mitocondrias, haciendo que fermenten. El cáncer ama la fermentación. Las células cancerígenas mueren cuando están privadas de azúcar.

Sí, es así de simple.

Y qué significa esto – que ya no vamos a poder comer azúcar?

Yo creo que esto depende de varios factores: si uno tiene cáncer, si está excedido de peso, si sufre de una enfermedad crónica como la diabetes, si es físicamente activo.

Yo creo que la persona básicamente sana, que no fuma y hace ejercicio regularmente, que lleva una simple dieta baja en carbohidratos tiene razones para vivir sana y fuerte.

Pero si la persona está enferma de una enfermedad crónicas y-o necesita perder peso, entonces la dieta cetogénica lo va a ayudar a recuperar la salud.

Y en qué consiste esta dieta?

Paciencia, queridos! Eso, la semana que viene…

Pueden enviar sus preguntas, y en especial sobre temas como el noviazgo, el matrimonio, la educación de los hijos y el rol de la mujer. Escriban a racheli@breslev.co.il