El mensajero adecuado

El mundo está lleno de mensajeros de Hashem, personas que nos ayudan intencional o inintencionadamente y contribuyen a su manera a que los planes de Hashem se lleven a cabo con perfecta armonía.

Obedeciendo las órdenes directas del Creador, nuestros familiares o amigos o incluso cualquier desconocido que nos encontramos en la calle nos echan una mano para cumplir nuestra misión en esta vida. No es que siempre sea una sensación grata, ya que el objetivo de algunas de estas personas es poner a prueba nuestra paciencia o enseñarnos a ceder en ciertas cosas. Pero también hay otras personas que están ahí para escucharnos cuando lo necesitamos, para darnos un buen consejo a tiempo de cometer una estupidez o para mostrarnos la belleza de la Torá.

También en el caso de nuestra salud, los médicos y todo el personal sanitario e incluso la persona que nos aconseja un especialista son mensajeros de Hashem para que consigamos tratar las cuestiones de salud de la forma que está ya prescrita. Tanto si encontramos el médico amable y atento que nos trata con respeto y cariño como si nos cruzamos con una enfermera que nos hace esperar horas para recoger unos simples resultados de análisis, estas personas siguen siendo mensajeros de Hashem. Recuerden, ya les dije que no siempre es agradable pero son circunstancias por las que tenemos que pasar.

En este orden de cosas, a veces obtenemos la recomendación de un médico buenísimo que a fulanito le fue muy bien y le ayudó a sanar, o bien leemos sobre tratamientos basados en dietas milagrosas que a alguien en la otra punta del mundo o en la ciudad de al lado le alivió en sus molestias. Pero por muy bien que le haya ido a otros con esas alternativas, ello no significa que esa misma persona sea el medio que ha destinado Hashem para la curación de uno mismo. Hay un medio por el cual Hashem ya ha determinado que cada uno de nosotros tenga la curación absoluta si es que en algún momento se enferma. Por nuestra parte, debemos poner nuestro esfuerzo, nuestra emuná y por supuesto nuestra plegaria en encontrar esos mensajeros que contribuirán a que llevemos una vida completamente saludable, con la ayuda de Di-s.

Por todo esto es muy importante que prestemos atención continuamente a las señales que aparecen en nuestra vida “como por arte de magia” y que en realidad son mensajes de Hashem para seguir nuestro camino por un rumbo determinado. Debemos permanecer con los ojos abiertos y los oídos atentos a lo que sucede a nuestro alrededor para que llevemos a cabo el plan de Di-s y sigamos sus instrucciones. De otro modo, corremos el riesgo de desviarnos y caer en decisiones equivocadas como, por ejemplo, pensar que un truco de santería acaba con el dolor o que rezarle a una persona haciendo idolatría va a sanar a la persona. Todo esto son meramente distracciones, pruebas que encontramos en el camino y antes las que debemos decir un NO rotundo. Es muy triste ver cómo tantas personas son engañadas a diario por timadores de tres al cuarto con trucos baratos que solamente le sacan el dinero y no le sanan en absoluto sino todo lo contrario.

Hay que permanecer atentos a todo indicio de idolatría en los tratamientos para sanar. En algunos países son más comunes que en otros, pero en todos sitios existen curanderos o brujos que dicen que con sus tratamientos de brebajes pueden curar a la persona enferma. Escuchen bien: ¡nadie cura a otra persona! Solamente Hashem otorga la curación. Una vez que los decretos de la persona son mitigados y alcanza el nivel de plegaria que debe alcanzar se solucionan sus dolencias. Pero para llegar a este punto hay que trabajar duro y desde todos los flancos posibles a nuestro alcance: la plegaria, el esfuerzo, el tratamiento riguroso y la conexión con Hashem entre otros.

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com