Bien vestida

Cada vez que un judío aparece en los titulares, leo la historia. Siempre me da curiosidad ver la Providencia Divina que existe en la vida de cada judío, por más alejado que esté de Dios. También espero ver que las acciones de ese judío traigan orgullo a nuestra nación, no humillación.

En las Altas Festividades, un famoso productor de cine judío fue echado de su propia empresa por mala conducta sexual. Fue acusado de abusar de su poder profesional para forzar a varias mujeres que trataban de hacerse una carrera en Hollywood. Aparentemente, lo había estado haciendo durante muchos años. Todo el tiempo aparecen más y más actrices haciendo denuncias de su acoso. Ahora este hombre tiene la reputación destrozada, su mujer lo dejó y todos sus amigos de Hollywood le dan la espalda. Cada sórdido pormenor de su mala conducta ha sido revelado y su hija llamó a 911 avisando que tenía actitudes suicidas.

Una vez más, el mundo ve cómo un hombre es destruido por su mala inclinación. Al no estar dispuesto a controlar su naturaleza animal, este hombre ha renunciado a su integridad personal, a su carrera profesional y a su familia. Pasó de ser un personaje temido y adorado y objeto de adulación a ser rechazado y despreciado y todo el dinero del mundo no puede devolverle su gloria. ¡Qué precio tan terrible para pagar por el placer y el poder! ¿Dónde está su auto-respeto? ¿Dónde está su respeto a los demás? ¡Qué ignominia para los judíos!

Una famosa diseñadora de moda, también judía, al oír estas acusaciones, señaló que las mujeres deberían fijarse en la forma en que se visten – qué mensaje les están transmitiendo al mundo y a los hombres en particular. Esta diseñadora fue acusada duramente por “echarles la culpa a las víctimas”, especialmente siendo que ella misma diseña ropa no recatada, pero yo estoy de acuerdo con ella y además agregaría lo siguiente: toda mujer que entra al mundo del espectáculo tiene que ser consciente de los riesgos que corre. Toda mujer que elige la profesión de actriz no puede pretender que no sabe cómo se conduce este negocio en un mundo que promueve la fantasía y la lujuria.

No puedo evitar preguntarme por qué una mujer joven y bonita va a estar de acuerdo en encontrarse con un hombre en la habitación de hotel donde este reside, especialmente si el futuro de ella está en manos de él. ¿Qué piensa que quiere él? Como dicen los israelíes: “No te hagas el estúpido…”.

Ojo! No estoy defendiendo a los abusadores y sí, incluso mujeres que se visten con recato son abusadas en lo que deberían ser lugares seguros. Pero sé que en la gran mayoría de los casos es nuestra responsabilidad elegir un lugar de trabajo adecuado y una forma de vestir adecuada.

Recuerdo que cuando estaba en la universidad, a mi amiga y a mí nos propusieron participar en la Escuela de Baile Arthur Murray. Nuestra tarea consistía en enseñarles a hombres jóvenes los conceptos básicos del baile de salón. El salario era muy bueno y era divertido aprender los pasos. Pero mi jefe insistió en que cuando bailáramos con los clientes, teníamos que usar polleras muy cortas. A mí me retaron dos veces antes de que renunciara. Me daba asco tener que “ayudar” a la experiencia de aprendizaje de mis alumnos…

Recuerdo claramente el alivio y la libertad que sentí unos años más tarde cuando me volví religiosa y aprendí las halajot de la ropa recatada. Ya no tenía que mostrarle mi cuerpo a nadie.

Toda mujer que quiera ser tomada en serio debería vestirse con recato. De otro modo, está compitiendo consigo misma. Decide si quieres que la gente, y en especial los hombres, se fijen en tu cabeza o en tu cuerpo. Asume la responsabilidad por la forma en que te vistes y por el medio en el que trabajas. Esas actrices no deberían sentirse tan shockeadas y mortificadas por el hecho de que este desgraciado productor de cine haya hecho “proposiciones” que muchas sintieron que no podían rechazar.

La Torá nos prohíbe ponernos en situaciones peligrosas, ni física ni moralmente. Es verdad que todo sucede por un motivo, pero a veces el motivo es que uno “se hace el estúpido” y toma malas decisiones.

El comienzo de la sabiduría es el temor de Hashem.