Cómo detectar una falsa religión

Hay  una forma de detectar las falsas religiones: un plan de marketing

Marketing 101

Durante cien años, el cristianismo fue percibido como una pequeña secta dentro del judaísmo. Era pequeño, no crecía y hasta los judíos hacían lo posible por contenerlo.

Ahí entran en escena un grupo de judíos comúnmente llamados “los apóstoles”, que ven que su religión no está ganando muchos adeptos. En vez de vivir su religión como una verdad, ellos mejoran el marketing.

Por esa época, los romanos estaban al mando. La mayoría de sus ritos paganos provenían de las deidades egipcias, porque la gente iba y venía de Egipto a Israel, que era donde los cristianos tenían su sede por ese entonces. La mayor festividad del año tenía lugar a fines de diciembre y fue una orgía de asesinato, lujuria, etc. Los romanos suspendieron todas las leyes y el orden para esa ocasión.

Y para ganar seguidores, necesitaban una nueva verdad.

A fin de apaciguar a una sociedad que adoraba el cuerpo, terminaron con la circuncisión. La Torá recibió un componente adicional basado en la obra magna del paganismo egipcio, denominado El libro de los muertos. La nueva festividad sería una forma renovada de Sturnella, que también tenía lugar a fines de diciembre y el primero de enero.

En dos siglos, el cristianismo pasó de ser una secta “perseguida” a ser la religión oficial de todo el Imperio Romano.

No era una cuestión de religión, sino de redireccionamiento.

Marketing 102

Durante diez años, Muhamad deambuló por las calles de la Meca pregonando la paz y la Biblia. Siendo cercano a la comunidad judía local, él contaba historias de nuestros Patriarcas.

Pero no sirvió de mucho. Durante toda una década, su nueva religión no creció para nada.

Entonces le tomó el pulso a la demografía local.

Ellos amaban la violencia, los robos, los saqueos.

Él se dio cuenta de que si incluía estos “ingredientes” en su nueva religión, sus “perspectivas” de ganar nuevos adeptos iban a hacerse realidad mucho más rápido.

Necesitaba una nueva verdad. Y ahí es donde entra el jihad, la sexta columna del Islam (hay 5). Ahí entra la conquista. Ahí entran los despojos de guerra y las 72 vírgenes que te esperan si mueres haciendo lo que más te gusta: luchar, saquear, asesinar.

Al final de su vida, Muhamad tenía ya millones de seguidores a lo largo del imperio islámico, que se extendía desde la península arábiga hasta el océano Atlántico.

Ese es el poder de la oferta y la demanda

Marketing 103

En el siglo 19, toda Europa se abrió ante los judíos que se veían a sí mismos como alemanes, franceses e ingleses antes que judíos. Las masas abandonaron la Torá por dinero, fama e influencia.

El judío promedio quería ser parte de la sociedad europea más que cualquier otra cosa.
entonces surgieron dos movimientos: el conservativo y el reformista.

La verdadera marca de la fe verdadera

Hashem no necesita adaptarse al mercado. Él crea el pueblo que lo conforma. Él no necesita darle a la gente lo que quiere – porque ya se lo dio.

La Torá es la Verdad y la Verdad no necesita arrepentirse. Nosotros somos los que tenemos que arrepentirnos. Lo que el Creador nos exige no cambia.

Hashem no hace marketing. Él exige que aceptemos lo que ya está encima del mostrador. Hashem no cambia Su Verdad por likes ni seguidores. Su Verdad es eterna y Él bendice a todos los que la reconocen. Si solamente un puñado de personas la perciben, como en las generaciones de Adán, Noé y Abraham, entonces que así sea. La nuestra no es la primera generación en la humanidad en la que millones de personas ignoraron la realidad y unos pocos lograron superar las pesadas olas del engaño.

Así es como uno se da cuenta de que algo es real.

Hoy en día, cuando lo más moral se equipara a lo más moderno, de nosotros depende defender lo Eterno.