Las Preguntas Difíciles

Al principio, traté por todos los medios de encontrar el “agujero” en las enseñanzas y la perspectiva de Breslev...

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Rivka Levi

Posteado en 17.03.21

Al principio, traté por todos los medios de encontrar el “agujero” en las enseñanzas y la perspectiva de Breslev; de descubrir una situación en la que todo esto no funcionara, pero…

Las Preguntas Difíciles

Ya leí dos tercios del libro del Rabino Arush, “Shearáv BeTodá” que, Di-s mediante, se dará a conocer en español bajo el título “Las Puertas del Agradecimiento”, y me encanta. Cada capítulo está, literalmente hablando, rebosante de ideas capaces de cambiarle a uno la vida y les puedo asegurar que cuando lo leo, a cada rato se me encienden lamparitas en el alma.

En una época solía leer un montón de libros sobre judaísmo en busca de “respuestas” a las millones de preguntas que tenía con respecto a la vida. Leí “libros re-difíciles” del Rab Soloveitchik; leí libros del Ben Ish Jai; leí libros del Rebe anterior de Lubavitch. Leí libros sobre el tema de “por qué les pasan cosas malas a las personas buenas”; leí libros que trataban de explicar de qué manera Di-s disponía los acontecimientos del mundo y qué era lo que realmente estaba pasando aquí abajo.

Prendía el internet en busca de sitios que ofrecieran clases de conferencistas famosos en el mundo del Judaísmo, como el Rabino Tatz y tantos otros.

Pero incluso con los libros y las conferencias que tanto me gustaban, y con las enseñanzas que tanto disfrutaba, siempre, pero siempre, me surgían nuevas preguntas.

Ellos respondían las preguntas más básicas y más simples, pero por algún motivo sus respuestas siempre planteaban nuevos interrogantes, mucho más profundos y mucho más difíciles de resolver.

Durante mucho tiempo “solucioné” el problema tratando de racionalizar que, solamente por el hecho de que yo no lo entendiera, eso no significaba que ellos no lo entendieran. Lo que ocurría era que yo todavía no me encontraba en el nivel que hacía falta para entenderlo.

Pero entonces empecé a leer libros como “El Jardín de la Fe”y empecé a escuchar las clases del Rabino Arush y entonces, una después de la otra, todas mis preguntas fueron recibiendo respuesta. Eso no quiere decir que siempre me gustaran las respuestas que recibía. Muchas veces, en especial al principio, me negaba a aceptar el hecho de que no me merecía recibir un salario ilimitado, que no iba a tener todos los hijos que quería y que no iba a poder disfrutar cada año de vacaciones en hoteles de cinco estrellas.

Me resultó terriblemente difícil aceptar que yo no era la dueña de mi propio destino y que mis propias ideas sobre cómo debía vivir la vida no constituían la última palabra sobre el tema.

Pero si bien pasé unos dos años de mi vida realmente luchando contra el Creador y luchando por aferrarme a mis equivocadas ideas de “independencia” y “esfuerzo personal” y “éxito” y “logros”, por debajo de la superficie mi alma sabía que las respuestas que estaba obteniendo de Breslev a través de Rabi Najman de Breslev y del Rabino Arush eran “ciertas”.

Cada persona tiene algo en lo que se destaca. Yo me especializo en llegar al quid de la cuestión, es decir, al meollo del tema, a descubrir “qué es lo que, en esencia, está diciendo”.

Al principio, traté por todos los medios de encontrar el “agujero” en las enseñanzas y la perspectiva de Breslev; de descubrir una situación en la que todo esto no funcionara; de encontrar el argumento que verdaderamente no pudiera soportar un escrutinio constante y continuo. Pero no lo logré.

Y cuando no lo logré, empecé a entender que todo esto provenía directamente de Di-s. Todo esto, tal como nos lo enseña el Rabino Arush hoy, en 2011, es “la pura verdad”. Funciona para todos, en todos los lugares y en todas las situaciones.

No hace falta un título rabínico para poder entenderlo. No hace falta un distinguido árbol genealógico judío. Ni siquiera hace falta un conocimiento mínimo del judaísmo ortodoxo. Lo único que se necesita es una sed de “verdad” y la sinceridad necesaria para ir tras ella dondequiera que te lleve.

¿Cuáles son algunas de las preguntas más importantes que se pregunta el judío de hoy en día, aunque no le esté pasando nada “terrible” en su propia vida? La mayoría de nosotros tenemos una enorme pregunta llamada “El Holocausto”. La mayoría de nosotros, en algún punto de nuestras vidas, nos ponemos a pensar en los millones de judíos que fallecieron en la Segunda Guerra Mundial en las circunstancias más tremendas que puedan existir y entonces surge en el corazón una tenue duda respecto a Di-s.

Nos preguntamos “¿Acaso Di-s puede ser únicamente Bueno y siempre Bueno, y aun así que ocurra el Holocausto?”. Otros van un paso más allá y dicen: “Di-os dejó que las fuerzas del mal tomaran las riendas. Él no hizo nada para proteger a los judíos”. Otros apuntan al Holocausto, o a las persecuciones en Rusia o a la Inquisición en España o a cualquiera de los millones ejemplos de extremo sufrimiento que soportaron los judíos a lo largo de las generaciones y se preguntan: “¿Cómo es posible que Di-s exista si hay tanto sufrimiento en el mundo?”.

Éstas son preguntas duras, difíciles, fundamentales. Y Breslev las responde con respuestas reales y sólidas que le aseguran a la persona que:

1. En el mundo no ocurre nada que no sea obra de Di-s.

2. Todo lo que sucede es para bien, aunque por el momento no entendamos por qué.

3. Di-s nos ama; nos ama más que nadie más en el mundo y todo lo que hace es para nuestro propio bien.
Obviamente, esta respuesta no surge con tanta facilidad. El Rabino Arush explica una y otra vez que si la persona no trata de hacer una hora de Hitbodedut (la Plegaria Personal en Aislamiento) cada día, nunca podrá llegar a entender de qué modo algo como el Holocausto puede considerarse algo “bueno”.

Las respuestas reales recién llegan una vez que la persona ha establecido una verdadera conexión con Di-s. Sin esa conexión, sin esa relación tangible con el Creador, aunque uno oiga la respuesta, no podrá entenderla y obviamente tampoco podrá internalizarla.

Las preguntas abundan: ¿por qué en la actualidad hay tanta gente, incluyendo niños pequeños, que sufren enfermedades tan terribles y potencialmente terminales? ¿Por qué la gente sufre tanto? ¿Por qué hay tanta gente deprimida? ¿Cómo es posible que la misma gente que vive con tantos lujos -con departamentos súper lujosos, cocinas de último diseño con todos los avances de la tecnología, tres o cuatro autos, guardarropas repletos de ropa carísima, los restaurantes más exclusivos- esté tan pero tan triste? ¿Por qué me echaron del trabajo? ¿Por qué mi hermano está enfermo? ¿Por qué mis hijos se están yendo del camino? ¿Por qué no nací “religioso”? ¿Por qué no puedo hacer Aliá (inmigrar a Israel)? ¿Por qué no me las arreglo para llegar a fin de mes? La lista es interminable…

Sin embargo, Rabi Najman de Breslev tiene la respuesta para todas estas preguntas.

Como dije antes, no hace falta un doctorado en Filosofía Judía para entender todo esto. En realidad, hace falta exactamente lo contrario. Las respuestas que nos ofrece la Jasidut Breslev suelen ser increíblemente simples: Di-s es Bueno. Di-s siempre es Bueno. Todo proviene de lo Bueno y es para nuestro propio bien.

En mi búsqueda de “respuestas”, me di cuenta de que algunas preguntas son muy útiles y que otras, no tanto. Las preguntas referidas a la Bondad, la Benevolencia y la Justicia de Di-s no son simplemente “inútiles”, sino que le traen a la persona todavía más juicios severos, es decir más sufrimientos y tribulaciones.

Pero preguntas como “¿Cuál es el propósito de mi vida?”, “¿Qué fue lo que vine a hacer en este mundo?”, “¿Qué es lo que Di-s quiere que yo haga?”, son excelentes. Preguntas como: “¿De qué manera puedo convertirme en una persona mejor, en un judío mejor?”, “¿De qué manera puedo dejar de enojarme todo el tiempo?”, “¿Cómo puedo empezar a valorar todas las inmensas bendiciones que me da el Creador cada día? – son muy buenas preguntas.

Es sabido que el Jafetz Jaim, el gran Justo y Sabio, quien solía mantener debates con intelectuales judíos muy “progresistas”, que fingían formular preguntas muy “ingeniosas”, afirmó en cierta oportunidad: “Para la persona que cree, no hay preguntas. Para la persona que no cree, no hay respuestas”.

Al final de cuentas, esa es la verdadera respuesta a todas las preguntas que tenemos.

 

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1. gustavo gomez

3/20/2021

un preguta disculpen solo saber por que dios crea la luz antes que el sol que clase de luz era esa por que se supone que la luz surge por mdio del sol por favor

2. gustavo gomez

3/20/2021

por favor tengo esta pregunta ,, la tora dice dios dcendio en el sinai y que todos lo hiban a ver y oir…y que era un estruendo que hiba en aumento,,,la pregunta seria si dios se dejo ver y oir que imagen se formo en las mentes de los israelitas de el ,, por que digamos los cristianos cuandi pronuncian la palabra dios se les formala imagen de un cristo crusificado ,,,y los judios cuando escuchan la palabra dios que imagen se les forma en sus mentes

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